La tasa anual de deforestación superó el promedio de 17 mil hectáreas al 2004

En los últimos 15 años se perdieron 179 mil hectáreas de bosques nativos. La pobreza, la tala ilegal, la explotación de madera nativa, y la reconversión hacia plantaciones de bosques de cultivo en algunos municipios serían los principales motivos. San Pedro, San Vicente y Puerto Libertad son los que registran mayores cambios. «Hay un incremento alarmante», advierten investigadores de la Fundación Vida Silvestre de Iguazú. La investigación realizada por la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), por medio de un relevamiento satelital realizado entre 1987 y 2002, reveló que la superficie de bosque nativo que fue deforestada fue de 179 mil hectáreas, lo que duplica en tamaño lo que representa hoy el municipio misionero de Andresito.

El tema fue abordado ayer por Misiones On Line y la investigadora que trabajó en el estudio, Verónica Guerrero Borges, de FVSA en Puerto Iguazú, adelantó nuevos resultados en Radio FM Libertad/LT4, sobre un informe preliminar de actualización de las imágenes satelitales al 2004 –que fueron obtenidos esta semana- donde «se reflejan cambios bastantes alarmantes, dado que ha incrementado aún más la tasa promedio de deforestación, que se mantenía anualmente en 17.400 hectáreas», dijo.

De esta manera, detalló que «existe una conversión importante en algunos municipios hacia plantaciones de pino, como es el caso de Puerto Libertad. También se refleja en otros lugares el avance de la agricultura sobre la selva, principalmente en San Pedro y San Vicente. Todo esto indica que la tasa de deforestación promedio que se estaba manteniendo de 164 kilómetros cuadrados por año (17.400 ha) está en aumento», indicó Guerrero Borges.

Por otra parte, otro dato que arrojó el estudio fue que «cada año son convertidas aproximadamente 12.000 hectáreas de áreas silvestres en plantaciones forestales, cultivos o campos de pastoreo». Pero en este punto cabe aclarar que no analizaron aun las condiciones en que se encontraban las áreas en que en la actualidad se desarrollan actividades industriales, agrícolas o forestales. Y para determinar que hubo un crecimiento «alarmante» de deforestación en el periodo analizado en estos municipios, es clave conocer el origen en que se encontraban las mencionadas hectáreas.

En el caso de las plantaciones de pino por ejemplo, es de público conocimiento que año a año existe un sostenido crecimiento de la actividad forestal en la provincia, pero para ello existe un marco legal que permite regular este avance, protegiendo el bosque nativo. La conversión es permitida por medio de la Ley Nº854 y Nº3426, entre otras normativas.

Desde el año 2001 el gobierno provincial implementó el sistema de declaraciones juradas en planes forestales, donde se analiza técnicamente la aprobación del proyecto, teniendo en cuenta el «uso anterior» del suelo (donde determinan su origen), justamente en protección del bosque nativo.

Información estratégica

En las próximas semanas los investigadores de la FVSA determinarán en que proporción la deforestación se produjo por la explotación ilegal de madera, la agricultura, las plantaciones extensivas de monocultivo, la intrusión o la pobreza, factores que indican como principales amenazas. «Todavía tenemos analizado el grado de incidencia de cada uno de estos factores, dado que la situación varía mucho según los municipio, pero el período de estudio realizado sí nos permitió ver que Puerto Libertad tiene un gran porcentaje de conversión de bosques hacia la plantación de pino», acotó Guerrero Borges. «La idea es empezar a analizar todos los datos obtenidos en las próximas semanas y obtener la proporción en que influyeron cada uno de los factores mencionados».

Al 2004, el remante de bosques nativos de Misiones era del 51,4% del total de su territorio, incluyendo las áreas naturales protegidas. Esto quiere decir que, de los 3 millones de hectáreas con que cuenta la provincia, 1,5 corresponden a bosques nativos, y de este millón y medio la FVSA está advirtiendo que están perdiendo unas 17.400 hectáreas», dijo la investigadora.

Estas cifras coinciden con el registro de Inventario de Bosques Nativos de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que se realizó en 2001, pero en el gobierno provincial estiman datos –aun extraoficiales- más alentadores al 2005, donde la información que se manejaba era de la existencia de 1.720.000 hectáreas de bosques, según imágenes satelitales.

Compromiso ambiental

Ante esta realidad, la organización ambiental cruzará datos del estudio preliminar con el Ministerio de Ecología, RNRyT, y otras organizaciones para nacionales y locales para comparar el relevamiento y cruzar información.
Paralelamente, la Fundación ejecuta varios proyectos en la Zona Norte que apuntan a mitigar estas problemáticas, con el esfuerzo de colonos, ciudadanos de las distintas localidades, y profesionales, para integrar el ambiente. «Trabajamos para la conservación de aquellas especies en peligro de extinción, como el yaguareté; o en la búsqueda de alternativas productivos para los colonos. Por ejemplo, en Adresito ejecutamos un proyecto para el uso sustentable el Palmito», explicó Sofía Ferrari.

«El manejo de los recursos naturales debe ser equilibrado y sustentable. La intrusión es una amenaza sobre la destrucción del ambiente, pero nace de la extrema pobreza, revertir este escenario es una materia pendiente en Misiones y en el mundo. Las necesidades de la población son muchas y dignas, o conservo o vivo, entonces creo que hay que tender a integrar, plantar cultivos agrícolas y otros que no son una amenaza para el ambiente.

Hay sistemas agroforestales, ganado bajo cubierta, y otros que permiten
mitigar el efecto sobre la naturaleza y mejora el rendimiento productivo que tiene el colono. La diversificación productiva en la chacra es una alternativa», concluyó Ferrari.

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