Niñas paraguayas son explotadas sexualmente en Misiones, Argentina, principalmente en ciudades de frontera, como Puerto Iguazú, donde existe una gran afluencia de turistas. La trata de jóvenes también se daría hacia Oberá. Lo informó ayer la coordinadora de la sede regional de la secretaría de la Niñez del Paraguay, Maricel Pomata de Godoy. Este año fueron encontradas ocho pequeñas, de las cuales cuatro ya retornaron a Ciudad del Este.
La coordinadora de la oficina regional de la secretaría de la Niñez paraguaya, Maricel Pomata de Godoy.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]Hace quince días tuvimos una reunión trinacional sobre el tema y concluimos que se da más hacia Misiones, específicamente las ciudades de Puerto Iguazú y Oberá, donde hay algunas nenas paraguayas. [/su_note]Aunque la coordinadora explicó que la trata de personas se da más de forma interna en nuestro país, o sea, desde distintas ciudades del interior hacia Ciudad del Este y viceversa, dijo que igualmente ocurre, aunque con menor frecuencia, entre las ciudades que conforman la Triple Frontera.
«Hay niñas y niños que van o vienen de Santa Rita a ser explotados. A Foz de Yguazú ellos van, pero son pocos los que quedan. Según los datos que manejamos, se quedan uno o dos días y vuelven. La trata de personas se da más hacia Misiones, Argentina», dijo Maricel Pomata.
«Hace quince días tuvimos una reunión trinacional sobre el tema y concluimos que se da más hacia Misiones, específicamente las ciudades de Puerto Iguazú y Oberá, donde hay algunas nenas paraguayas.
Según había denunciado la encargada de la lucha contra el flagelo en Puerto Iguazú, eran más o menos ocho nenas. A cuatro niñas ya las volvieron a traer a Ciudad del Este, de donde proceden en su mayoría», añadió.
Acorde a los datos, las víctimas de explotación sexual paraguayas tienen un promedio de 15 y 16 años y las utilizarían en la prostitución en hoteles, moteles y bares, aunque primero las «instalan» en pizzerías u otros locales comerciales empleadas como disfraz.
«Pero en Argentina hay más niñas brasileñas, porque el tráfico entre estos países es más fluido y más rápido. No hay muchos niños o niñas de Brasil que vengan acá o viceversa. Es más bien un tránsito interno en cada país», señaló la coordinadora de la Secretaría de la Niñez.
No podrían existir menores de edad explotados sexualmente en la Triple Frontera de no haber adultos que instiguen a ellos buscando este «servicio». Según un estudio realizado hace unos años en esta sector del mundo, este tipo de «ofrecimientos» de «turismo sexual» se da incluso a través de internet.
Al ser consultada al respecto, Maricel Pomata señaló que «de hecho sigue habiendo y de hecho habrá. No pueden haber niños y niñas explotadas si no hay adultos que estén detrás, que explotan». (Ciudad del Este, oficina regional de Lanacion.com.py)
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