Juan Leopoldo Berbergi es un productor vitivinícola de la zona de Las Tunas que obtiene un producción anual de más de diez mil kilogramos anuales y una ganancia promedio de veintiún mil pesos en el marco de su diversificación productiva. El productor comentó que «comencé con la actividad en el año 1998, ya que mi padre me había dejado una plantación del año 1956. Siempre me gustó la uva por eso decidí realizar una nueva plantación para renovar las que tenía».
El motivo principal por el cual Berbergi se dedicó a la vitivinicultura fue debido a la necesidad de encontrar nuevas alternativas productivas que le permitan obtener ingresos «ya que ocho años atrás el precio de la yerba estaba en decaída y no alcanzaba para vivir».
El productor de la zona sur expresó que «nadie me ayudó, todo fue fruto de mi esfuerzo, puedo decir que recién ahora pude, con la venta de uvas y vino, recuperar lo invertido. El cultivo de la uva requiere mucho cuidado ya que prácticamente todo el año hay que estar cuidando del ataque de las plagas, en verano hay que cuidar el riego con el bombeo permanente de un arroyo que pasa por mi propiedad.»
Como tantos casos de las producciones minifundistas todo se realiza con el esfuerzo de todos los integrantes de la familia «hacemos entre toda la familia, mi mujer y mis hijos me ayudan todo el año.»
Uvas naturales y sin químicos
Berbergi destacó la calidad y sanidad del producto ya que «todo es artesanal, las frutas no tienen nada de químicos ni nada raro, es decir son naturales y de confianza. Queremos mantener estas condiciones de calidad en la uva que producimos».
Con respecto a la variedad con que trabaja contó que «son uvas francesas, moscatel, algunos le dicen de postre. Elegimos esta variedad porque ésta es la tierra adecuada y la que mejor se adapta. Aquí no hay pestes, no se secan las plantas porque en otros tipos de tierra se secan o los hongos le arruinan por completo.»
«Quiero destacar que estas uvas tienen abonos naturales y no productos químicos, desde un primer momento pensamos que debía ser así y mantenemos inalterable esta línea-destacó el productor.
Los números del productor
La base de producción de Berbergi está en una plantación antigua que data del año 1956 heredada de su padre con 260 plantas y una producción de 15 kilogramos por planta en cada cosecha, y otra plantación nueva de 234 plantas con una producción promedio de 30 kilogramos por planta.
Teniendo en cuenta que la plantación antigua le produce cerca de 3.900 kilogramos por cosecha y la nueva 7.020 kilogramos obtiene un ingreso anual de 21.840 pesos ya que el valor de comercialización es de dos pesos y hasta dos con cincuenta el kilo de uva.
Vinos artesanales
La producción de uvas le permite al colono también elaborar vinos artesanales de muy buena calidad en una costumbre heredada por su padre a quien desde chico ayudaba en las labores.
«También son vinos artesanales sin químicos, pura uva. En realidad desde 1998 elaboro un vino para autoconsumo, aunque luego comencé a vender, primero a los amigos y luego a otras personas que me solicitaban,» relató el colono.
En cuanto a su experiencia personal en la degustación del vino elaborado en su improvisada bodega, Berbergi contó que «me gusta tomar un vino de buena calidad y desde que probé estos artesanales no consumo ninguna otra clase de vinos ya que me producen dolor de cabeza.»
Opinó que «está muy bien la bodega de Cerro Azul, incluso nosotros estamos participando de una capacitación junto con otros colonos de la zona.
También ejemplificó con respecto a la elaboración del vino que» se necesitan diez kilogramos de uva para obtener un litro de vino de buena calidad, pura fruta.»
Berbergi aclaró que si bien el precio del litro de vino lo comercializa a diez pesos es barato teniendo en cuenta que los vinos artesanales se venden en el mercado entre veinte y treinta pesos.
