Se estima que la presente campaña finalizará con unas 60 mil toneladas de té seco. El periodo de cosecha culminara con las primeras heladas. La mejora en las condiciones climáticas fue un factor determinante
Buen tiempo. La combinación de lluvias y días soleados mejoró la brotación y se recuperó el nivel de cosecha.
La mejora de las condiciones climáticas en la provincia tuvo un efecto positivo en las plantaciones de té y se estima que en esta campaña 2.005 – 2.006 el volumen de producción será «igual o un poco mejor a la anterior», según lo manifestado por el Director General de Yerba Mate y Té, José Semeguen. El funcionario explicó que su evaluación surgió luego de una rueda de consulta con empresas y colonos de la zona productora, quienes le manifestaron que las últimas lluvias favorecieron la brotación. «Vamos a andar por las 60 mil toneladas», señaló. «O tal vez un poco más», arriesgó.
La cosecha, que consiste en una serie de podas que empezaron en octubre pasado, se encuentra en su recta final, ya que con la llegada de las primeras heladas culmina el ciclo natural de brotación. «Todavía falta un poco porque no hubo heladas, calculamos que para mayo se estaría terminando la zafra», explicó.
No existen datos precisos respecto a la extensión de las plantaciones ni la cantidad de productores, aunque se estima que abarca unas 40 mil hectáreas y está en manos de 8.000 agricultores.
El té es una infusión identificada con Misiones, ya que produce entre el 90% y el 95% del volumen, mientras que el resto se desarrolla en suelo correntino.
Materia pendiente
Para Semeguen la gran materia pendiente para la siguiente campaña será lograr una recomposición de precios para el productor. Este año la Comisión Provincial del Té fijó un valor de $ 0,20 para el kilo de brote, pero ese valor sólo es cumplido por las cooperativas. Las empresas pagan $0,15, con uno o dos centavos de mejoras en contados casos.
«Lo que estamos haciendo son intimaciones jurídicas para que las firmas que no cumplen hagan su descargo», sostuvo, pero admitió que recién en la campaña siguiente se podrá trabajar en mayor profundidad el tema precio.
Tanto para los productores como para el Gobierno, existe un margen para mejorar el ingreso de los productores. Ponen como argumento que las exportaciones (el 90% del té va al exterior) se incrementaron los últimos años, con una cotización promedio de u$s 0,70 por kilo. Desde las empresas, a su vez, plantean que los costos subieron y que la presión fiscal (quita de reintegros e Ingresos Brutos a las exportaciones) les saca recursos que podrían volcarse al sector primario.
