Sería trasladado en un avión sanitario. Dicen que no responde al tratamiento y que tiene nuevos tumores en el corazón. Lo internarán en el Pediatría. El pequeño niño mbyá guarani Julián Acuña estaría de vuelta en Misiones a más tardar el próximo viernes. La decisión de su traslado depende de la recuperación de su hermanito Agustín, quien también está internado en el Hospital Gutiérrez de Buenos Aires afectado por una neumonía.
Según contó ayer Mariano Antón, asesor jurídico de la Dirección de Asuntos Guaraníes de la Provincia, la situación de Julián es «irreversible» y ante la imposibilidad científica de lograr una cura, viajará para ser internado en el Hospital Pediátrico de Posadas.
«Se lo atenderá con la medicina de las tradiciones guaraníes y lo que se pueda aportar desde el Pediátrico», explicó Antón.
Julián había sido operado el año pasado y se le extrajeron varios tumores del corazón. Volvió a Misiones poco después de la intervención, pero al tiempo regresó a Buenos Aires por una descompensación. Ahora, los médicos detectaron la presencia de más tumores que son tratados con medicamentos, pero cuyo resultado no es alentador.
En ese sentido, Antón señaló que se pensaba trasladar a Julián ya en Semana Santa pero el viaje se retrasó porque su pequeño hermano Agustín ( poco màs de un mes de vida) debió ser internado a su vez, también en el Hospital Ricardo Gutiérrez, víctima de una neumonía.
«Julián, su hermanito y sus padres volverán a Posadas, en un avión sanitario, cuando Agustín esté en condiciones de viajar, ya que ahora se encuentra con un respirador artificial», dijo.
Explicó que los tumores que le fueron extirpados a Julián a mediados del año pasado, reaparecieron porque el pequeño no genera defensas, ni respondía ya al tratamiento al que era sometido en el Gutiérrez.
Debate cultural
La intervención del niño de cuatro años generó todo un debate cultural y jurídico, en vista de la oposición de los padres y guías esperituales de la aldea a la que pertenecen los Acuña de intervenir al pequeño.
Finalmente, la justicia falló a favor de la intervención médica el 15 de septiembre. Sus padres se oponían a la cirugía porque no querían que fuera atendido por médicos ajenos a la aldea que habitan en la selva misionera, en Pindó Poty.
