Promueven capacitación en seguridad laboral para motosierristas en el Instituto Víctor Navajas Centeno

La capacitación es la herramienta clave para la seguridad y mayor rendimiento de los operarios que realizan prácticas de desrame y trozado con motosierras. «Son actividades en las cuales se produce la mayor cantidad de accidentes en la industria forestal, sea por la falta de capacitación del operario, como por la falta de la indumentaria adecuada para la labor», explica el coordinador del Centro de Capacitación del Instituto Agrotécnico Víctor Navajas, Roque Jiménez.

GOBERNADOR VIRASORO Lejos de lo que pueda pensarse, la cosecha forestal no termina cuando el árbol talado cae al suelo, por el contrario, es donde empieza, dado que a esto siguen los procesos de desrame, marcación, trozado, clasificación y carga. En esta secuencia, el desrame y el trozado son las actividades en las cuales se produce la mayor cantidad de accidentes laborales, sea por la falta de capacitación del operario, como por la falta de la indumentaria adecuada para la labor.
De estas dos, el desrame es, sin dudas, el que reviste mayor peligro, dado que a los riesgos propios de la utilización de la motosierra se le suma el cambio constante de posición, las dificultades que puede presentar el monte, etcétera. En tanto que en el trozado siempre se corta en un sentido y, por lo general, se hace en zonas preparadas a los costados del camino donde se acumulan los troncos para su posterior carga.
«Para prevenir accidentes con motosierras hay que tener en cuenta tres factores fundamentales: el primero es que el lugar esté preparado, es decir que donde se encuentra la forestación se hayan hecho en tiempo y forma adecuada los raleos, dejando los espacios suficientes para que pueda ingresar el motosierrista y trabajar en la cosecha forestal; otra cuestión de vital importancia es la capacitación del operario y los capataces; y en tercer lugar, el contar con los elementos de protección adecuados», sostiene Roque Jiménez, coordinador del Centro de Capacitación del Instituto Agrotécnico Víctor Navajas Centeno, de Gobernador Virasoro, Corrientes.
Argentina Forestal.com realizó un recorrido a campo guiado por Alejandro Azcárate, jefe de Aprovechamiento Forestal de Las Marías, junto a Jiménez. Este último explicó cuáles son las mejores prácticas para prevenir accidentes en el trabajo del motosierrista. En primer lugar detalló los elementos necesarios para la protección del personal, y las dificultades que existen en Argentina para conseguir la indumentaria que realmente reúne las características de seguridad requeridas para esta faena; para luego pasar a detallar la técnica más segura para el proceso de desrame de los troncos.

Técnica de los seis pasos
La técnica denominada de palanca o de los seis pasos es la más recomendada por el especialista, la cual consiste en seis acciones que, como un ejercicio para facilitar que el motosierrista se aprenda este método, se las memoriza repitiendo la frase: «empuje, empuje, tire – empuje, empuje, tire», la cual marca no sólo la secuencia de corte, sino también la parte de la motosierra con la cual se corta.
«Es importante tener en cuenta que no siempre es aplicable esta técnica con exactitud, dado que esto va a depender de cómo estén dispuestas las ramas en el tronco, pero es importante respetar la forma de corte pese a que se tengan que saltear pasos», recomendó Jiménez.
Es decir, por ejemplo si no hay una rama en la parte superior luego de haber hecho el paso 1 se pasará directamente al 3, pero no al 4.
Otra cuestión de vital importancia es que, la técnica de los seis pasos debe realizarse sin que el obrero se mueva de su lugar.
Cuatro pautas fundamentales para prevenir accidentes:
A) No caminar mientras se corta. Jiménez explicó que debe tenerse presente prácticamente como un mandamiento que: «mientras se corta no se camina, y mientras se camina no se corta».
B) Nunca cortar con la punta de la espada, dado que esto es lo que hace que la motosierra «camine» y tire para abajo o hacia arriba produciendo accidentes de alta gravedad.
C) Cuanto más cerca esté la motosierra del eje de la columna del obrero, más seguro estará, dado que tendrá cuatro puntos de apoyo: los brazos y los muslos.
D) En el caso de que el motosierrista esté haciendo trozado, el corte siempre es de afuera hacia adentro, evitando que la punta de la espada toque el suelo u otro tronco que esté pegado al que está siendo cortado, la punta siempre debe quedar libre, sino rebota e irá directo sobre el cuerpo del obrero.
También podría añadirse que, cuando el campo esté limpio, el motosierrista nunca debe subirse al árbol, dado que aumenta los riesgos de provocarse un accidente.
Por otra parte, el especialista explicó que también hay otro sistema de corte que es el de «barrido», donde se hace el corte por lado (toda una cara del tronco primero, y luego la otra), pero señaló que se trata de un método que reviste mayor peligro para el motosierrista, dado que tiene que avanzar en forma permanente.
En cuanto al trabajo de desrame, el tiempo de corte se mide por lo que dura el tanque cargado de combustible de una motosierra, que es de aproximadamente 45 minutos, a los cuales se les adiciona un descanso de entre 10 y 15 minutos del operario, quien debe estar asistido, principalmente, por abundante líquido, dado que es una labor extenuante y con una indumentaria sumamente pesada para los calores del Noreste argentino, pero que no puede reemplazarse por otra dada la seguridad que la mismas ofrece.

Deficiencias
Al referirse a la indumentaria necesaria para responder a las exigencias de esta labor, Jiménez señaló que «una de las principales materias pendientes es encontrar la indumentaria adecuada a un precio que pueda ser más accesible».
«Por ejemplo, los botines que se utilizan en la cosecha son los que están desarrollados para la construcción, y no para el uso del motosierrista, los pantalones de seguridad que se fabrican en Argentina no están siendo controlados ni están normados, no hay máquina en el país para hacer el tramado para el monofilamento continuo como el europeo, por eso aparece distinto tipo de indumentaria, que es la que se está utilizando, pero sobre la cual no tenemos la confianza necesaria porque no está probada o no reúne todas las características apropiadas», recalcó con preocupación.
En tanto, se mostró escéptico respecto a la posibilidad de que la industria local pueda proveer al sector a futuro. «Dudo que en algún momento se fabrique en nuestro país indumentaria de calidad para el motosierrista, porque no es negocio para nadie, no son tantos los operarios como para que una empresa se interese en hacerlo», comentó.
Asimismo, agregó que la indumentaria europea no se la puede importar por los altos costos que esto implica, pero además, «porque no se la puede adaptar a nuestra región, dado que está pensada para otros climas, por ejemplo los guantes están desarrollados para trabajar en temperaturas de diez grados bajo cero, igual que las chaquetas».
En tanto, explicó que en la indumentaria del motosierrista lo más adecuado que se consigue en el país son las antiparras y los protectores auditivos.

Concientización
Respecto a la necesidad de instalar en el empresariado la conciencia de que debe proveer de la mayor seguridad a sus operarios, Jiménez sostuvo que «de un tiempo a esta parte, ha cambiado muchísimo, al menos en el Norte de Corrientes, la concientización forestal por parte del sector privado, pero lo que sucede frecuentemente es que cuando van a buscar un determinado insumo o repuesto se encuentran con que hay problemas con la provisión y mantenimiento de equipos, y la otra cuestión es el costo de la indumentaria adecuada».
«La base para trabajar seguros es contar con obreros capacitados, con la indumentaria específica, la nutrición adecuada y los descansos necesarios para que pueda recuperarse y trabajar en forma pareja todos los días», sostuvo, y concluyó que se debe hacer mucha prevención, con charlas periódicas, «el motosierrista debe entender por qué hace su trabajo y estar motivado en su labor».

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