La licitación convocada por la represa Yacyretá amenaza con crear un nuevo diferendo comercial entre Argentina y Brasil, ante las protestas de empresas brasileñas que aseguran haber sido perjudicadas.
Según la Asociación Brasileña de Infraestructura e Industria de Base (Abdib), Paulo Godoy, se reunió con la ministro de la Casa Civil, Dilma Rousseff, para exponerle los problemas que aseguran haber enfrentado las empresas en el proceso.
Proveedores brasileños de equipamientos para el sector eléctrico sostienen haber sido postergados en la licitación para construir la usina hidroeléctrica convocada por Yacyretá, un negocio de 400 millones de dólares. Según las empresas, describe el diario Jornal do Brasil, la licitación beneficia a empresas locales, como IMPSA, del grupo del empresario argentino Enrique Pescarmona.
El proyecto es la Central Hidroeléctrica del Brazo Aña Cuá, que será instalada en el río Paraná, en la frontera entre Argentina y Paraguay, con una capacidad de generación de aproximadamente 250 MW y tres generadores.
Según Jornal do Brasil, el gobierno brasileño se ha puesto en marcha para tratar de solucionar la cuestión.
La embajada brasileña en Buenos Aires ha sido alertada, y los ministerios de Minas y Energía y de Desarrollo e Industria serán puestos en acción en los próximos días. El régimen interno de Yacyretá establece que empresas locales pueden hacer una propuesta antes de las otras compañías que participan de la licitación.
El Gobierno paraguayo pone en dudas la construcción de Aña Cuá
