El Presidente Nicanor Duarte Frutos, dispuso la suspensión del proceso de licitación de las obras de Aña Cuá hasta tanto se completen las obras en ejecución en la Hidroeléctrica, hasta llegar a la cota 83.
Aportes. Del lado argentino, Thomas entregó subsidios al Obispado de Posadas para construir una iglesia.
El gobierno paraguayo suspendió el miércoles un llamado a licitación para ampliar la capacidad de la central hidroeléctrica Yacyretá, que comparte con Argentina, por sospechas de corrupción denunciadas entorno al proceso.
La licitación fue lanzada con el fin de iniciar las obras de ampliación en el denominado brazo Aña Cuá, una central complementaria a la que se pretende dotar de tres nuevas turbinas para ampliar el potencial de generación de energía de la hidroeléctrica.
«Como decisión del gobierno nacional, la licitación de Aña Cuá queda suspendida,» dijo en conferencia de prensa la canciller paraguaya, Leila Rachid.
La medida fue tomada luego de denuncias publicadas en la prensa local que cuestionaron la transparencia del proceso, principalmente por un aumento en el costo de las obras respecto a lo inicialmente proyectado.
El gobierno paraguayo dijo que la próxima semana someterá a consideración del directorio de la entidad -compuesto por funcionarios de ambos países- la determinación.
«Las instrucciones del presidente tengo que trasladarlas al seno de la entidad y discutirlas en el estamento que corresponde,» dijo Angel Recalde, director paraguayo de Yacyretá.
«Todo el proceso (de licitación) fue fuertemente atacado, especialmente en lo referente al costo de la obra. Por lo tanto, el gobierno ha decidido clarificar totalmente el tema,» agregó.
Las obras tendrán un costo de unos 300 millones de dólares y los gobiernos de ambos países tenían previsto su inicio en septiembre.
«No hablamos de una suspensión definitiva, sino de posponer todo el proceso para estudiar su contenido,» dijo Recalde.
Aña Cuá no es indispensable para operar al máximo con la Hidroeléctrica, son obras adicionales, complementarias, importantes, sin duda, pero lo necesario y prioritario es concluir la obra tal como se diseñó desde el comienzo. Suspender Aña Cuá no significa suspender las obras de Yacyretá, especificó la ministra Rachid.
Las obras de Aña Cuá constituyen el paso previo para la elevación de la cota a 83 metros sobre el nivel del mar, desde los 76 metros actuales, lo que permitirán a la hidroeléctrica alcanzar su máximo potencial de unos 20.000 gigavatios hora.
La EBY entregó fondos al Obispado de Posadas
En un acto llevado a cabo en la sede del Obispado de Posadas, Oscar Thomas, Director Ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá, entregó al titular de la Diócesis de Posadas Monseñor Juan Rubén Martínez fondos para la terminación del proyecto encarado hace ya varios años de construcción de la capilla Stella Maris.
El Obispo Juan Rubén Martínez agradeció al Director Ejecutivo de la EBY por el subsidio destacando que el aporte «es un viejo anhelo de los vecinos de Villa Blosset y de la capilla Stella Maris…» , y al referirse a los cambios que se dieron en la zona con la construcción de la avenida Costanera y a los nuevos espacios verdes que bordean a la capilla indicó que «la gente ya se fue apropiando de estos espacios, uno ve a las familias disfrutando del lugar y mucha gente va a la misa los domingos a la tarde y después se queda en los parques».
Por su parte, Thomas sostuvo que hubo un fuerte compromiso con la comunidad de Villa Blosset y con la parroquia Stella Maris…»
El titular de la EBY recordó que «tanto Monseñor Martínez como la comunidad del lugar nos habían planteado la solicitud de acompañar con algún apoyo de Yacyretá y aquí acercamos a través de un acuerdo la cooperación de Yacyretá con la comunidad a través de la Iglesia para que se pueda terminar un edificio que se comenzó con mucho anhelo, con un proyecto a futuro en un lugar muy emblemático de la ciudad de Posadas..» Cabe recordar que en los principales complejos habitacionales donde viven familias reubicadas por la EBY se construyeron varias iglesias y capillas con las correspondientes casas parroquiales.
En Brasil las empresas también se quejaron por la licitación
