El padre de Iván Mercol, el jóven que falleció el 19 de marzo, aseguró que
confía en la Justicia misionera y en el avance en la instrucción de la causa. Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que probablemente la semana que viene se realice la reconstrucción del hecho
En su oficina. Mauricio Mercol en el lugar donde pasa la mayor parte del día. Iván Mercol. Una de las últimas fotos del joven estudiante de Economía.
«Lo peor que le puede pasar a un padre es perder a un hijo». La frase pertenece a Mauricio Mercol, padre de Iván Mercol, el joven que falleció el 19 de marzo tras recibir una golpiza en Power. A días de que se cumpla un mes de la ausencia de su hijo, dijo que al chico lo mataron y aseguró que confía en la Justicia misionera. Hasta el momento hay dos detenidos por el caso, que transita la etapa de instrucción.
Muy atento y con serenidad relató los pormenores de aquella fatídica mañana del 19 de marzo.
«Cerca de las siete menos cuarto me llamó mi hijo Nicolás desde el hospital avisándome que lo habían golpeado a Iván y que estaba muy grave. Inmediatamente fuimos con mi señora en el auto de un vecino y cuando llegamos nos cuentan que estaba muy grave. Lo cierto es que a Iván lo mataron en el boliche y ya llegó muerto al hospital. Después de llevarlo al San Lucas donde le hicieron una tomografía computada a media mañana lo trasladamos al sanatorio Boratti. Fue el último momento en que lo vi. Todavía tenía temperatura, pero lo cierto es que por lo que me explicaron después el ya estaba muerto», dijo.
Sin quebrarse contó que fue cerca de las tres de la tarde cuando los llevaron a un reservado (a él, su señora y sus dos hijos Maria Eugenia y Nicolás) y les comunicaron que Iván había fallecido. «No lo podíamos creer. Yo pensaba que peliculón que me estoy comiendo, pero era real. En ese momento llegó la gente de INCUCAI y me comunican el tema de la donación. Consultamos con la familia y todos estuvieron de acuerdo, pero tomé la precaución de preguntarle al juez si la ablación no iba a entorpecer la autopsia y con el visto bueno de él, autorizamos el proceso. De ahí vinieron los papeles y la denuncia que la realizamos cerca del mediodía en la seccional Segunda, fue cuando al pasar por Power vimos al juez (Eduardo) D´Orsaneo quien se presentó muy atento y sé que trabaja con mucho empeño en la causa», añadió.
Un agujero negro
La causa tiene hasta ahora dos detenidos: Sebastián Ruiz y Diego Catallops Simonetto. Ambos declararon haber protagonizado una pelea con Iván, pero hasta el momento no se sabe a ciencia cierta cuando se produjo la lesión le provocó la muerte.
«Hablé con un par de chicos y me contaron que mi hijo recibió un mensajito de una chica y que después se encontraron un ratito en el boliche para bailar. Antes de que cierren en lugar Iván conversó con un tal Zapirri, que después resultó ser amigo de los agresores. Ya con las luces prendidas Iván se dirige hasta la salida y es allí donde lo atacan. Él se embretó y allí Ruiz y Cantallops le propinan la feroz golpiza. Los implicados dicen que no lo mataron pero le pegaron de tal manera que mi hijo cayó muerto. Después aparentemente los separan y los hacen salir. Me enteré que la ambulancia llegó en 10 minutos pero a mi hijo ya lo sacaron muerto. Otros chicos me contaron que le increparon a Ruiz porque se había zarpado pegándole a Iván y que les respondió que se la bancara», explicó.
Agregó que Ruiz estaba celoso por la amistad que mantenía Iván con esta chica.
Según comentó insistirá en hacer un perfil psicológico de Ruiz porque se supo que tenía problemas y que en varias oportunidades la chica en cuestión había mencionado que «no la dejaba en paz», porque habían dejado de salir hacía unos 20 días.
«Es muy duro, nunca imaginé pasar por una cosa similar. Pero tenemos que seguir adelante y es algo que lo asumimos mis hijos y yo. La mayor parte del día paso en la oficina donde lloro todo lo que aún no llore, después me pongo a trabajar y junto a mi otro hijo atendemos el negocio. Las mujeres están atentas y juntas en este momento, mi hija Julia con mi nieta, Daniela y María Eugenia acompañando a mi señora», comentó.
Por otro lado aseguró que no va a bajar los brazos y dijo haber analizado la posibilidad de hacer una marcha para apoyar a la investigación.
«Los amigos de Iván me lo sugirieron pero creo que por ahora no es necesario porque se que se esta trabajando. Trato de no perder la calma y mantenerme sereno y pienso que así debe ser el resto de mi vida. Y eso que recién es el comienzo. El 17 de julio Iván hubiese cumplido 23 años, pero bueno, no voy a bajar los brazos», dijo.
Se despidió con una sonrisa como para darle un respiro a tanto dolor mirandolo a su hijo Nicolás confesó que tiene confianza en que todo se resuelva e inclusive que sigan presentándose testigos que cuenten lo ocurrido.
La investigación
El juez de Instrucción Eduardo D’Orsaneo continúa con la investigación de la muerte de Iván Andrés Mercol y ya le tomó declaración testimonial a 47 personas, aunque sólo cinco habrían aportado datos sobre la pelean que mantuvo el joven con Diego Cantallops Simonetto y Sebastián Ruiz a la salida del boliche Power en la madrugada del 19 de marzo pasado.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que probablemente la semana que viene se realice la reconstrucción del hecho y el abogado Carlos Contristano, defensor de Ruiz, pediría el procesamiento de dos testigos por falso testimonio.
Para Contristano, el hecho encuadra en la figura del «homicidio preterintencional» pero en principio no tiene previsto pedir el cambio de carátula.
«Vamos a esperar que el juez resuelva y si no comparte nuestro
criterio vamos a recurrir en apelación», dijo ayer.
Por otra parte, el letrado aseguró que no piensa oponerse a que la familia de la víctima participe de la investigación en carácter de actores civiles.
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