Valentín Alsina, presidente del Instituto de Previsión Social, asegura que el IPS está con sus cuentas ordenadas y cumpliendo con los prestadores. Pero advierte de una futura crisis previsional por el exceso de jubilados y los pocos activos. Apuesta por la prevención de la salud de los afiliados y darles servicios
Valentín Alsina no deja de atender teléfonos que suenan constantemente. Y a todos responde con un inocultable buen humor. El presidente del Instituto de Previsión Social explica que todos los llamados responden a la gestión. Y que la gestión «ha llegado al afiliado».
«El IPS está bien, organizado, estructurado y fortalecido con el personal comprometido porque se le hizo parte de la gestión a raíz del perfil de Jorge Franco -su antecesor, hoy jefe de Gabinete del Gobierno- y mío. Hemos hecho muchos cursos de capacitación y todos tienen la autoestima elevada», asegura el funcionario que supo estar del otro lado de la vereda, cuando presidía la Federación Médica que incluso llegó a enfrentarse con el Gobierno hace ya algunos años.
¿Qué cosas han cambiado con su gestión?
Políticamente hicimos mucha gestión y llegó al afiliado que ahora encuentra muchas más herramientas en su instituto. Tenemos una respuesta favorable del afiliado con la gran cantidad de planes que pusimos en marcha, como el Mujer Sana, los de turismo social o las relaciones con otras obras sociales.
En lo prestacional apuntamos a la atención primaria para mejorar la situación de la salud de los afiliados. Es mejor atender en la salud que en la enfermedad.
¿Y la situación previsional como está?
La situación previsional es relativa. La caja está compensada, pero con algunas deficitarias. En algún momento vamos a entrar en crisis y por eso estamos realizando un estudio actuarial con Seguridad Social de la Nación para determinar cómo estamos y tener un panorama de cómo estaremos dentro de unos años.
¿Por qué se da la crisis en el sistema previsional?
Lo ideal es que el sistema funcione con cinco activos aportando por cada pasivo. En Misiones estamos en una relación de tres activos contra un pasivo. Si no se generan nuevos empleos públicos y se jubilan más, el sistema tiende a entrar en crisis. La solución es que Rentas Generales aporte a la caja o lo haga la Nación, o que se decida un aumento de los aportes, que no está en carpeta. El IPS tiene 150 mil afiliados, de los cuáles 45 mil son activos y hay 13 mil pasivos.
¿Cómo impacta en la caja la ley impulsada por el Ejecutivo para que se jubilen los jueces?
No tiene impacto, porque nosotros seguiremos pagando las jubilaciones con el tope de tres mil pesos y Rentas Generales se hace cargo de la diferencia.
¿Cómo se ordena el sistema?
Es una cuestión de prioridades. Por ahora, la prioridad es que la prestación sea efectiva y que los jubilados cobren sus jubilaciones.
¿Cuáles son sus planes para lo que queda de gestión?
Asegurar el funcionamiento del organismo y trabajar mucho en la prevención, porque es más económico que terminar pagando los remedios para curar la enfermedad. Con el Banco Mundial estamos gestionando un crédito para informatizar todo el sistema. En Posadas ya está, pero mejoraría mucho el sistema en el interior.
En cuanto a lo económico, ¿cómo están los pagos a los prestadores médicos?
Estamos al día con los prestadores en comparación con el pasado. Firmamos nuevos acuerdos, lo que nos permite ejercer un mayor control. Con la Federación Médica estamos recomponiendo las relaciones.
De aquí han surgido dirigentes políticos como el intendente Jorge Brignole, el propio Franco
¿cuáles son sus ambiciones políticas?
Mi necesidad política es cumplir con esta tarea. No quiero tener ambiciones políticas. Si llega alguna propuesta, con consenso, uno no puede negarse, pero por ahora no pienso en eso.
Se está debatiendo en el oficialismo la posibilidad de impulsar la re-reelección del gobernador. ¿Usted está de acuerdo?
Soy partidario de la re-re. Si la gestión es buena y el electorado acompaña, ¿por qué no acompañar? El que decide es el electorado.
