La medida de fuerza durará 24 horas y afectará a los servcios de media distancia de toda la provincia. Los trabajadores reclaman un incremento salarial del 16%. Los empresarios del sector aseguran que con las tarifas actuales resulta imposible incrementar los sueldos y mejorar los servicios.
Ante la negativa empresaria al reclamo salarial presentado por los sindicatos, los choferes de transporte de pasajeros de media distancia de Misiones anunciaron ayer que el próximo martes realizarán un paro de actividades que comenzará a la medianoche y se extenderá por 24 horas. La medida afectará a todas las líneas interurbanas de la provincia.
Horacio Alvez, delegado en Misiones de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), explicó que los trabajadores reclaman un aumento del 16% en sus salarios, en consonancia a los incrementos conseguidos por los choferes de ómnibus de Buenos Aires en negociaciones paritarias con las principales cámaras empresarias del país. El sindicalista advirtió que las medidas de fuerza en Misiones continuarán hasta lograr un acuerdo con la parte empresaria que permita la actualización de los salarios de los choferes.
Planteos empresarios
Desde la Cámara Misionera del Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap), entidad que nuclea a la mayoría de las compañías de transporte de media distancia de la provincia, aseguraron que la actividad atraviesa un período de fuerte crisis y descartaron la posibilidad de otorgar aumentos a sus empleados en las condiciones actuales.
Los dirigentes de la cámara destacaron que para poder asumir los mayores costos empresarios que significaría un aumento de salarios, las compañías también deberían incrementar sus ingresos a través de una suba en los precios de los boletos.
Los empresarios recordaron que el transporte viene de afrontar una suba del 184% en sus costos en los últimos doce años, tiempo en el que los precios de los boletos se mantuvieron en los mismos valores. Según los representantes de la cámara, esta situación habría llevado al sector a una situación crisis que se agudizó seriamente a causa de las deudas que la mayoría de las firmas se vieron obligadas a contraer para superar los peores momentos del crack post devaluatorio.
Desde la Cametap aseguraron además que el panorama de cara al futuro anticipa más golpes para el sector, especialmente teniendo en cuenta la disminución de la antigüedad máxima permitida para las unidades del servicio interurbano, medida dispuesta en febrero pasado por la Provincia y que supondría el pase a retiro del 65% del parque de unidades del parque interurbano.
Los empresarios aseguran que un aumento de tarifas es un requisito necesario para «enderezar» los números de sus compañías, comenzar a realizar las inversiones que son urgentes para mejorar el servicio y pensar en una posible actualización salarial para los empleados.
Diferencias regionales
Los desencuentros entre empresarios y los sindicatos comenzaron a evidenciarse ni bien surgieron los reclamos salariales para los choferes a nivel nacional, durante los primeros días de febrero. Entonces el delegado de la UTA en Misiones, adelantaba que pretenderían para los choferes de la provincia lo mismo que consiguieran sus pares de Buenos Aires; mientras que los empresarios destacaban que la realidad del sector imposibilitaba a las empresas otorgar nuevos aumentos salariales.
El caso es que para fines de marzo, luego de varias semanas de negociación los choferes de la ciudad de Buenos Aires y del Conurbano obtuvieron un aumento de 16% en sus salarios y los empresarios de esa zona fueron compensados con un aumento en los subsidios que reciben, lo que permitió que el incremento salarial no repercuta en las tarifas ni afecte la rentabilidad empresaria.
La noticia del aumento logrado por los choferes porteños fue recibido por los sindicalistas misioneros como una «luz verde» para levantar la temperatura del reclamo en Misiones. «No podemos tolerar que un chofer de nuestra provincia gane, por el mismo trabajo, menos que uno de Buenos Aires», razonó Alvez, quien reconoció además que al empresariado «no le falta razón en muchos de sus planteos, ya que así como las firmas de Buenos Aires consiguieron mayores subsidios para afrontar la suba salarial, es lógico que los propietarios de las compañías Misioneras pretendan también una compensación para mejorar los sueldos de sus choferes».
