Su vida recorre tres siglos

María Uranga de Sanz ayer cumplió 108 años en Jardín América. Los festejó rodeada por su único hijo vivo que ya tiene 86 años, familiares, nietos y bisnietos en un hogar de ancianos.

María Uranga de Sanz, nació el 9 de abril de 1898 en Sarandi del Yi, República del Uruguay. Argentina por opción ya lleva transitados tres siglos en el trayecto de su extensa vida. Los últimos 46 años los vive en Misiones, radicándose en 1960 en el paraje Pindayti. Y desde hace seis años vive sus días en el Hogar de Ancianos Obras Comunitarias Sana José de Jardín América. El domingo a la tardecita rodeada de sus familiares, entre los cuales estaba su último hijo vivo, Alberto Sanz con 86 años, nietos, bisnietos, nueras, yernos, amigos del hogar y los demás abuelos con los que comparte sus días, festejó sus 108 años de vida. Convirtiéndose así tal vez en la más longeva de nuestra provincia.
Una de sus nietas escribió su historia de ésta manera:
Hoy cumple 108 años con miles de recuerdos y un mar de nieto, bisnietos y tataranietos que la aman y para quien ella es un ejemplo de bondad, amor y entrega. La abuela maría es así, fue criada así, quizás por que conoció a muy temprana edad la ausencia de su madre y la entereza de un padre que quedó viudo muy joven y con tres hijas que criar. Eran épocas difíciles y el vio en las monjas y en su colegio de internas un lugar que podía darles a sus hijas todo el amor y cariño que necesitaban.
Hoy después de tantos años está de vuelta con ellas, porque así fue su deseo y nosotros se lo cumplimos porque allí puede pasar sus días rodeada del amor que conoció en la niñez, en el cariño de la madre Felicita y sus hermanas.
Sus nietos hemos conocido a una María abuela-madre siempre dispuesta a dar lo mejor con un amor entrañable y sincero que se reflejan, aún hoy, en su mirada. En sus ojos. Los cuales a pesar del desgaste del tiempo siguen repartiendo dulzura y cariño a sus seres queridos.
Se casó con un inmigrante español que vivía en Buenos Aires con quien tuvo tres hijos, todos varones y ninguna mujer, pero ella se consiguió dos. Una, hija de su marido a quien crió como propia y otra, prima de sus hijos que huérfana desde muy chica necesitaba de una mamá y allí estuvo María para cuidarla con amor y cariño.
Vivió muchos años en Buenos Aires pero ante la enfermedad de su marido y por consejo de los médicos se radicaron en Misiones. En ésta provincia la conocieron sus nueras, una María que usaba camisa, pantalones largos y delantal.
Al quedar viuda no se sintió sola. La rodeaba su gran familia. Dedicó su vida a ayudar a sus seres queridos, a los amigos y a quien lo necesitara. Compartía todo y no pedía nada a cambio.
Hoy los años ya le pesan, es mucha la edad. Algunas cosas ya no recuerda o no quiere recordar, como el saber que algunos de sus hijos ya no están. Recordar es mucho dolor para su gran corazón, prefiere pensar que tienen mucho trabajo y no la pueden visitar.
Le queda un solo hijo, el mayor y muchos nietos, bisnietos y tataranietos. Algunos en Misiones, otros en Buenos Aires.
María del Alma Mía, como acostumbramos a decir, hoy cumple 108 años y su corazón grande como su edad sigue brindando amor, paz, gratitud y muchas cosas más.

María del Alma Mía

María del Alma Mía
Hoy ciento ocho años cumples,
Tres siglos te vieron pasar
Tres siglos que no te podrán olvidar.
Una mañana fresca de abril te vio nacer
Allá lejos cruzando el Río de la Plata
Tu infancia transcurrió allí,
Entre cantos infantiles frutos del huerto,
Rosas blancas y gardenias
En una época tan dura como vos.
A través de los años viste nacer
La tecnología y los descubrimientos del nuevo mundo
Viste lo bueno y lo malo del mismo
Y toda tu experiencia le diste al tiempo.
Tu príncipe azul de España vino,
Tus principitos tuviste
Pero tu amor era mucho
Y dos niñas más amaste y criaste.
Hoy, a pesar de tus años, María del Alma Mía
Sigues repartiéndonos todo tu amor.

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