El proyecto de la Fundación Ecos exige la reglamentación de una ley provincial para concretar un Plan de Manejo sustentable de preservación del lugar. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Se apuesta a una industria limpia, donde el turismo y la pesca deportiva son consideradas actividades[/su_note]Un proyecto de la Fundación Ecos exige la reglamentación de una ley provincial para concretar un Plan de Manejo sustentable de preservación de la Reserva Natural del Iberá. Fue presentado a la prensa durante el sábado y domingo pasado en la estancia San Juan Poriajhú, a solo unos kilómetros de Loreto. A través del mismo se busca el compromiso social y la acción política para valorar la importancia de uno de los pulmones naturales más valiosos del planeta.
La necesidad de instalar en la sociedad correntina la importancia de la preservación y uso sustentable de la Reserva Natural del Ibera fue el motivo del encuentro. El lugar elegido fue a unos pocos kilómetros de la localidad de Loreto, en la cálida y bella estancia San Juan Poriajhú, donde tras dos jornadas de talleres y actividades recreativas, se gestó un pedido uniforme: Que se reglamente la ley provincial 3773/88 para que se demarquen los límites de la reserva natural. Para lograr ese objetivo la entidad ecológica confeccionó un proyecto pormenorizado y ambicioso para la explotación sustentable del recurso natural por excelencia con que cuenta el nordeste del país en una extensa superficie de 1.700.000 hectáreas, envueltas en un manto verde donde el agua, la vegetación y los animales eligieron su morada.
Las particularidades de este trabajo fueron expuestas a los comunicadores sociales de la zona que, además de ilustrarse sobre el gran trabajo investigativo realizado, pudieron disfrutar del contacto directo con la reliquia de la madre naturaleza a través de una excursión acuática que permitió el avistamiento de animales en estado silvestre.
La zona de los Esteros del Iberá recibió la condición de Reserva Natural en 1983, lo que la convirtió en ese momento en el área natural protegida más extensa del país. Pero la falta de políticas responsables que pongan en práctica su implementación dejó al azar la interpretación sobre los límites, los derechos de los habitantes de los esteros, restricciones básicas a la caza furtiva y la depredación del bosque nativo, y el derecho de propiedad privada.
Esta falta de previsibilidad en las acciones de conservación permitió que la ambición negativa del hombre a la condición natural ocasione un gran problema: la extinción de especies únicas en el mundo y la falta de valoración social y política del Iberá. Por estos y otros motivos el proyecto global de la Fundación Ecos contiene un Plan de Manejo del recurso natural del cual se ramifican interesantes vertientes: la conservación del patrimonio cultural y social con el valor de la comunidad que lo habita. Se apuesta a una industria limpia, donde el turismo y la pesca deportiva son consideradas actividades alternativas.
Y por último, se propende a un manejo conciente de la reserva a través de un usufructo sustentable.
