El ministro del Agro y la Producción, Alex Ziegler explicó la postura del gobierno provincial respecto del convenio antitabaco que el Presidente de la Nación firmó con la Organización Mundial de la Salud y debe ser ratificado por el Congreso Nacional. «El Gobierno provincial tiene una postura clara de defender a los productores primarios misioneros, en este caso, a los productores tabacaleros, que puedan hacer sostenidamente sus actividades productivas», dijo el funcionario del agro. El convenio es analizado en distintas comisiones de Diputados de la Nación. La preocupación de las provincias tabacaleras está en que si el país adhiere a la norma se eliminaría la producción tabacalera con los efectos económicos y sociales que esto significaría.
«El Gobierno provincial tiene una postura clara de defender a los productores primarios misioneros, en este caso, a los productores tabacaleros, que puedan hacer sostenidamente sus actividades productivas», recalcó el funcionario del agro y agregó que «en este sentido creo que el Gobernador lo ha manifestado claramente con una misma actitud, de defender a nuestros productores primarios y por sobre todas las cosas evitar que este tipo de convenio que puedan llegar a atentar sobre esa capacidad productiva se generen en estos momentos».
El ministro aclaró que «lo que sí podemos ser absolutamente claros es que no hay un solo productor misionero que quisiera hacer daño a otras personas. Entonces evidentemente lo que acá hay que reveer es el modo sobre el cual se van a implementar las cosas. Creo que no se puede hacer nada sin tener primero el consenso de todos los actores que intervienen en esta cadena productiva a fin de que podamos llevar adelante algo razonablemente. Por lo pronto, que eso que es razonable es continuar con esta actividad tabacalera para contener a nuestros productores dentro de un esquema de desarrollo económico y social razonable», subrayó.
El Ministro comentó además que «el Gobernador habló de esto al Presidente, le ha planteado y espero que se hagan eco de ello», dijo.
Ziegler expresó que «lo que estamos diciendo por lo pronto es que no se firme el convenio. Creo que es válido pensar en que la Nación haga una convocatoria amplia, donde se discuta todas las partes y donde se establezca cuáles son los criterios. Que se haga un planteo razonable de los mecanismo a través de los cuales pretenden trabajar éste tipo de programas de disminución del tabaquismo», dijo.
Una historia de 500 años
El funcionario comentó también que «de todos modos al productor tabacalero le conviene ingresar en un proceso de consenso y de trabajo en conjunto, que lleve cinco, diez, quince o veinte años. No es tan significativo el tiempo que nosotros nos tomemos de acá para delante porque lo importante es que ahora estamos discutiendo el tema, cuando sabemos que hace el tabaco lo comenzaron a desarrollar los europeos cuando colonizaron América, o sea hace más 500 años se viene produciendo y promocionando el tabaco. Entonces no creamos, no seamos ingenuos de que nosotros ahora tenemos que pelear entre nosotros a fin de torcer una historia de 500 años. Lo que sí podemos hacer es tomar esto como un punto de partida para encontrar un acuerdo que nos permita corregir las distorsiones que puedan existir, no sólo en el tema del tabaco, en todo otro tipo de actividad que genere algún tipo de daño en el ambiente o sobre la salud humana comprobado, no solamente lo que se dice, sino lo que se comprueba, hacerlos de este modo, debemos ser práctico coherente y racional es este tema», comentó.
Por último, Ziegler aclaró que «nosotros no estamos solamente pensando que el tabaco es la única actividad, sino que el Gobierno provincial en una suerte de mejor uso de recursos naturales está planteándose un modo de trabajo de estratos dentro del mismo predio rural», explicó agregando que «el productor puede ocupar el máximo potencial que cada uno de sus chacras pueda brindar y es por ello que se desarrollan los programas provincial de desarrollo piscícola, el silvopastoril, el agroforestal y la apicultura, para la obtención de miel.
«Miramos a la chacra como un sistema integrado de actividades productivas que permitan al productor incrementar su ingreso desde el punto de vista económico, hacer que esas actividades sean cada vez más amigables con el medio ambiente y de menor impacto y sobretodo que socialmente sean más sostenibles y tengan una buena capacidad de distribución», explicó.
