La comisión de Comercio de la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto de ley nacional de la profesión farmacéutica. El mismo establece pautas sobre el ejercicio de la profesión y requisitos para el funcionamiento de farmacias y su ubicación. El proyecto indica en su artículo primero que «queda entendido por ejercicio de la profesión Farmacéutica, la preparación de recetas y dispensa de medicamentos, la realización de servicios, o el desempeño de cargos, funciones, comisiones o empleos, remunerados o no, dentro del ámbito público o privado, que requieran el conocimiento científico o técnico que emana de la posesión del título universitario de Farmacéutico».
El autor del proyecto, el diputado Guillermo Amstutz concurrió a la Comisión para explicar los fundamentos y alcances de la misma, señalando que «el avance de la concepción de las farmacias como un mero comercio por su rentabilidad en sí misma ha llevado a una distorsión con respecto a la idoneidad y responsabilidad de quienes estarán a cargo de la farmacia.
También aparecen problemas como la concentración de las farmacias en pocos grupos empresarios y el anonimato de los propietarios, cuestiones que queremos reglamentar», señaló.
Con respecto a la concentración, comparó la cuestión con los hipermercados y la crisis de los pequeños comercios. Y dijo que en este caso las grandes farmacias también ponen condicionamientos para los precios de los pequeños productores de medicamentos, pero luego esa baja de precios no se ve trasladada al precio final al consumidor.
Explicó que, según el proyecto, las farmacias no podrán ser sociedades anónimas y sólo podrán vender medicamentos, mientras que éstos no podrán ser vendidos en otros establecimientos que no sean farmacias.
Por su parte, el diputado radical Julio Martínez adhirió al proyecto y remarcó «la importancia de poner límites a lo que fue la ola liberal de la década del ´90, que permitió la concentración económica y el desmedido crecimiento de los grupos empresarios como el del sector farmacéutico, en detrimento de los pequeños comerciantes».
De todos modos, planteó una duda referida «a la dificultad que surgirá en muchos pueblos de la Argentina para que se pueda cumplir con el artículo 17 del proyecto, que obliga a las farmacias a tener un profesional farmacéutico responsable como director técnico durante el horario de atención al público». Explicó que «en muchos pueblos esto no se da porque es excesivamente costoso intentar arraigar a un profesional en los mismos».
