La diputada renovadora Sandra Giménez impulsó mediante un proyecto de Ley la modificación del artículo 2º de la Ley Nº 3782, para que las alumnas que presenten certificado médico de gestación y alumbramiento tengan derecho a 60 días de inasistencia justificada y no computable, que puede usufructuar anteriormente o posteriormente al parto pudiendo ser continuo o fraccionado». La legisladora sostuvo que la «maternidad adolescente en edad escolar» es
decir, de las madres menores de 20 años, es una problemática que ha
generado siempre un gran interés social y cultural. En este caso particular
el interés obedece a que el adolescente con un hijo debe interrumpir
habitualmente su educación, encuentra disminuida sus posibilidades de
trabajo y por lo tanto ve comprometido su futuro económico.
Por otro lado, remarcó Giménez, la maternidad adolescente, especialmente
cuando no es querida o es condenada socialmente, produce efectos negativos a la madre, al hijo y a la sociedad.
Los conflictos psicológicos propios de esta edad se ven agravados, aún más con un embarazo precoz. Por encima de consideraciones éticas, filosóficas y religiosas este es un fenómeno social que ha ido avanzando paulatinamente; a pesar de la difusión masiva de los métodos de anticoncepción.
Sandra Giménez consideró que, atenta a los adelantos generados a través de la sanción de la ley Nº 3872 por el cual se pretendió fortalecer la
permanencia y la culminación escolar( ya que el abandono escolar es la
principal consecuencia) de las adolescentes embarazadas de la provincia, y
observando con agrado la implementación del poder ejecutivo a través de la
resolución nº 331 del 2004, donde avanzan en la justificación de las
inasistencias en un 50%, según versa en su articulo dos, es que se hace
necesaria esta modificación de manera tal de garantizar el derecho a través
de la presente ley.
Es por ello que fortalecer el desarrollo de una maternidad adolescente debe
ser un compromiso de toda la sociedad en su conjunto, ya que una vez que
gracias a las convicciones éticas, morales y religiosas, se opta por la vida
esta debe ser considerada y apoyada desde todos los ámbitos con el objeto de producir un/una recién nacido/da vital, sano feliz de una nueva madre
contenida con expectativas de futuro cierto, con inclusión social e igualdad
de oportunidades, fundamentó la diputada.
Quedando como gran tema pendiente el desarrollo real y concreto de la
educación sexual para padres y niños/niñas y adolescentes dentro del ámbito escolar que provea de las herramientas necesarias de autovaloración, autoestima y autodeterminación que les permitan una toma de decisiones responsablemente que garanticen un feliz tránsito por su vida, concluyó Sandra Giménez.
