Todos sufrieron desmayos, e incluso la maestra del aula se descompuso. Aún no se pudo determinar la causa del malestar. Presentaron denuncia policial
[su_note note_color=»#cdcdcd»]La Dirección de Bromatología realizó las inspecciones, pero sin resultados positivos[/su_note]Oberá. Una misteriosa intoxicación se produjo el jueves por la tarde en la Escuela 781 de Villa Stemberg de esta ciudad, situado en las afueras del microcentro.
«Estábamos trabajando en un curso del establecimiento y los otros cursos, daban clases cuando nos avisaron que un chico se había desmayado. Luego de llamar al hospital y a la Policía y de no conseguir ayudas directa, lo trasladé un trayecto en mi auto hasta que me topé con la ambulancia. Lo llevamos al hospital y luego nos enteramos que había otros. Parecían desmayos pero los chicos hablaban. Uno intentó caminar y dio unos diez pasos, pero cayó otra vez», comentó ayer la directora del establecimiento, Susana Cassoni.
La docente explicó que «hasta que cerramos la escuela fueron cinco los chicos descompuestos, además de la docente, que en momentos de radicar la denuncia también padecía de fuertes dolores de cabeza y mareos y luego fue atendida en una clínica, mientras que hoy (por ayer) no fue a trabajar».
Para la directora lo llamativo fue que los afectados eran los chicos que estaban en la primera fila del curso, cerca de la ventana, quienes no tuvieron otros síntomas que infiriera podría ser algo que comieron o bebieron.
Hasta ayer, no había información si otros chicos sintieron similares descomposturas ya que no se dictaron clases en la víspera.
La Dirección de Bromatología hizo las inspecciones en el lugar para determinar cualquier agente que haya producido esta intoxicación, aunque al parecer no encontraron motivos.
Los pequeños, no mayores a los diez años, fueron internados y en horas de la noche del jueves, fueron dados de alta. Mientras que, la directora y la docente afectada realizaron la denuncia policial.
Algunas versiones dan cuenta de que los jovencitos podrían haber utilizado algún alucinógeno. La población escolar del establecimiento es muy humilde y los alumnos muchas veces asisten a la escuela con todo tipo de necesidades entre ellas, las alimenticias.
No obstante, el hecho de que la misma docente haya sufrido similares características descartaría la utilización de alucinógenos.
