El ingeniero Ivo Götz emitió un documento donde reflexiona sobre la actual situación que atraviesan los forestadores. «Nos encontramos con reclamos de 3 a 4 años, con la Autoridad de Aplicación intervenida, revisando cada punto y coma, y con expedientes en juzgados federales, algunos piden la renuncia de funcionarios de turno y la Asociación Forestal Mesopotámica pregunta con razón qué hacer», señaló el profesional. Mientras el gobierno provincial impulsa una fuerte política de promoción forestal a través de la Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados y el programa de desarrollo local: Plan Pequeño Silvicultor; otras voces se levantan alertando la crisis y agonía que envolvió a la mencionada ley que pretendió establecer un régimen de promoción. Es el caso del ingeniero Ivo Götz, que emitió un artículo reflexionando sobre la actual situación que atraviesan los forestadores. «Nos encontramos con reclamos de 3 a 4 años, con la Autoridad de Aplicación intervenida, revisando cada punto y coma, y con expedientes en juzgados federales, algunos piden la renuncia de funcionarios de turno y la Asociación Forestal Mesopotámica pregunta con razón en una reciente nota periodística ¿Que hacer?», señaló el profesional.
Para Gotz, definitivamente esta «no es una Ley o Régimen de Promoción de Plantaciones para la gran mayoría de los forestadores y no es un problema de personas, sino de fondo. Seamos realistas. No se puede llevar a cabo una buena plantación, ni presentar buenos proyectos técnicos, ni controlar adecuadamente, ni incorporar la cuestión ambiental y social; sin recursos y solo con buena predisposición. Ni la Resolución 168, ni menos la 609, ni los «Planes sin Técnicos» de la provincia pudieron subsanar la cuestión para los pequeños y medianos productores».
El ingeniero afirmó que «la gran base forestal de la Provincia, unas 180.000 hectáreas al 92-93 y de otras regiones como Corrientes, Entre Ríos y el Delta, totalmente dispersas en cuanto a la tenencia y propiedad,(que sirven a las Pymes en su abastecimiento) se lograron con otros regímenes que contemplaban adelantos o pagos a la aprobación del Proyecto y a la verificación de terreno preparado o plantado, y al avance de obra, amen de otros instrumentos de degravaciones impositivas para mas de un centenar de empresas nacionales».
Apoyo financiero
De esta manera, el profesional forestal agregó que «es necesario del apoyo financiero en tiempo y forma, y cómo controlar adecuadamente es un problema de gestión del Estado, no imposible», cuestionó.
Por otra parte, propuso que «el sector solicite a las Autoridades Nacionales y Provinciales que normalicen este penoso proceso de los años anteriores a la brevedad, que administren esta transición (llamado 2005) con el mejor criterio y rapidez . Debemos adoptar una actitud critica, en toda la cadena, desde los legisladoras que sancionaron éste instrumento, pasando por empresarios, cámaras, profesionales y funcionarios; y revisemos nuestro legítimos intereses mayoritarios y necesidades como Provincia y País, e instrumentemos las herramientas legales claras y posibles de cumplir, a partir del 2006 o el 2007, para que la mayor cantidad de nuestros productores y empresas nacionales puedan volver a participar de éste negocio forestal tan estratégico, y no terminemos «en exitosos modelos de otros países», dijo.
Finalmente, concluyó en que «no habrá «cluster» que solucione la concentración de la riqueza forestal cada vez mayor, no solamente por compra de propiedades y bosques, sino por promoción selectiva del Estado hacia grandes capitales foráneos, con dineros de toda la sociedad empobrecida».
