Los estudiantes marcharon para pedir aire puro

Pasearon por las calles del microcentro para prevenir sobre los riesgos del tabaquismo. Hicieron un acto en la plaza 9 de Julio

[su_note note_color=»#cdcdcd»]“El tabaquismo es una endemia que puede evitarse, si tan sólo se informase”, dijo Gómez[/su_note]»24 horas sin fumar, puede ser el comienzo de una nueva vida». Con esa propuesta, los estudiantes y docentes del Instituto Adventista Mariano Moreno, del Instituto Adventista Alta Gracia, miembros del club de scoutismo Conquistadores, organizaciones ecologistas, y autoridades municipales y provinciales marcharon ayer por las calles de Posadas para conmemorar el Día Internacional del Aire Puro.

La columna partió desde Salta y Colón. Desde los niños de nivel inical, hasta los del Polimodal portaron carteles alusivos y repartieron volantes a los transeúntes. «Apague el cigarrillo, encienda la vida», sugería una de las pancartas. Los chicos también dijeron lo suyo a través de disfraces: el más llamativo fue el de la muerte, interpretada por Ivan Acosta.

«El tabaquismo es una endemia que prácticamente puede evitarse, si tan sólo se informase. Es que cada vez son más jóvenes el blanco del interés de las empresas tabacaleras, a quienes respetamos, pero lamentablemente es a costa de la salud de los argentinos», sostuvo Ricardo Gómez, pastor adventista de la Iglesia del Séptimo Día, en Posadas. «Lo que buscamos es concientizar a los jóvenes sobre los peligros», añadió. «Queremos abrir el debate», añadió.

Los bulliciosos caminantes llegaron a la plaza 9 de Julio y allí presenciaron un acto, en el que algunas autoridades reflexionaron sobre las adicciones, en especial la del tabaquismo.

Según las autoridades, más de mil personas se sumaron a la caminata.
«Maldito cigarrillo», decía un panfleto que fue pegado en algunas paredes de la ciudad por los alumnos.

«Muchas de las glosas que se escucharon y se vieron en la marcha fueron trabajadas por los alumnos. Hicieron trabajos de investigación, a nivel aula, con los maestros», aclaró Gómez.

«No fumo, no bebo, la vida está primero», cantaban por su parte, los alumnos de la EGB.

En medio de los discursos, los alumnos también tuvieron la oportunidad de decir lo suyo y pidieron que no se contamine más el aire.

La secretaria de Gobierno de la Municipalidad, Carmen Godoy; la presidenta de Lalcec, Gertrudis Ulrich, así como la representante de Manantial, Ana María Longarzo también hablaron.

«En esta provincia tabacalera, nos cuesta mucho sacar una ley que nos proteja a los no fumadores. También nos cuesta hacer cumplir una ordenanza que está vigente y que prohíbe fumar en espacios públicos y privados», dijo por su parte, Ulrich.

«Lamentablemente, desde lo asistencial, lo único que veo es muerte, y es ausencia de proyectos de vida y de salud, cuando hablamos de tabaco», mencionó por su lado, Longarzo, quien insistió en la necesidad de hacer prevención desde los más pequeños.

«Prevenir significa anticiparte antes de que el problema aparezca y capacitar a nuestros jóvenes para que este problema no se instale en la sociedad», agregó. Por último, felicitó a los jóvenes alumnos presentes en la plaza 9 de Julio, por la iniciativa que ya lleva varios años consecutivos en la ciudad de Posadas.

Los comunicadores

Matías Brizuela,Gabriel Rodríguez y Ricardo Arrúa cursan el cuarto año de la EGB. Los tres se encontraron ayer en la marcha organizada por la institución en la que estudian, con el único y firme objetivo de prevenir sobre el tabaquismo.

«No hay que fumar porque hace mal», fue lo primero que dijo Brizuela cuando se le preguntó por el Día Internacional del Aire Puro.

«Hace cuatro años que participo de las marchas», conto Arrúa orgulloso.

«En mi familia nadie fuma, sólo mi tío, pero yo ya le hablé para que deje porque hace mal», explicaron.

«Queremos ayudar a la gente a dejar de fumar. Hace varias semanas que venimos preparando la marcha», contaron por su parte, las alumnas Karen Aguilar, Viviana Garbacz, Chaveli Clausen, Vanesa Fernández y Viviana Massena.

«Si vemos a alguien con mala cara, le damos un volante y le decimos ‘feliz día del aire puro’, y es como si se alegrara», relataron y en seguida contaron sus experiencias: «Hoy nos pasó que una señora estaba fumando, nos acercamos, le dimos un volante, la saludamos y la señora miró su cigarrillo y lo tiró».

Claro que no siempre las respuestas son tan positivas, las niñas también dijeron que «hay gente a la que no le importa lo que hacemos, ni su propia vida». «Fui a entregarle un volante a un chico que estaba fumando y no quiso leerlo, tampoco dejó el cigarrillo», indicaron un poco desilucionadas las alumnas .