El empresario asegura que no cuenta ni quiere fondos del Estado para desarrollar su proyecto. Venderá los derechos cuando se compruebe que funciona. Las historias que se tejen y las personas que lo vieron
Fábrica. En la avenida Lavalle de Posadas funciona la empresa donde se desarrolla el gran invento.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]El empresario anticipa que el Washington Post está interesado en publicar la historia[/su_note]Al principio me molestaba, pero ahora que digan lo que quieran, desde afuera les van a contar y a enseñar de qué se trata esto», dice Pablo Antonio, sin ocultar el fastidio que le provoca saber que en buena parte de la ciudad de Posadas se ha instalado el debate acerca de su proyecto, contándose por igual a entusiastas como a detractores.
«Ninguno de los que habla conoce el proyecto y nunca estuvo acá», asegura, además de preguntarse con qué derecho «juzgan a la persona, juzgan al proyecto y hacen especulaciones sin tener una mínima base donde sostenerse» para emitir las acusaciones que se escuchan en voz baja.
«Este proyecto no tiene aporte del Estado, no lo buscamos y no lo queremos», responde cuando se le pregunta si el gobierno provincial o nacional forman parte o se han mostrado interesados en el mismo.
«Están informados», agrega, aunque daría la impresión que hubiera preferido una mayor demostración de interés en el mismo. Para mayor claridad de los lectores, debe explicarse que alrededor de este proyecto ya se teje casi un mito.
En algunos medios radiales se vertieron especulaciones de todo tipo, con un fuerte debate acerca del orígen del dinero que da sustento al mismo, acerca del supuesto desengaño de empresarios locales y acerca de la ansiedad de éstos por ver los resultados. También vale decir, que no consta que dichos medios hayan tenido acceso al local y a las explicaciones que allí se brinda. «Todo el dinero lo pusimos nosotros, y no le debemos nada a nadie», dice con severidad Pablo Antonio. «Existen todo tipo de proveedores locales, de los más diversos rubros, y nunca nadie le podrá decir que le quedamos debiendo algo», enfatiza. Para reafirmar su posición, cuenta que él mismo preside las empresas que ha creado y está instalado junto a su familia en Posadas.
«Esa pregunta está fuera de lugar» responde cuando se le consulta por qué si el proyecto tiene tal magnitud, eligió la Argentina para desarrollarlo, y más precisamente, Posadas, para darlo a conocer y comercializarlo.
«Ni nosotros creemos en nosotros mismos, y así nos va. Seguro que si esto mismo viniera de Estados Unidos o de otro país, acá lo recibirían con admiración», agrega parco, pero con una alta cuota de razón. En esa misma línea de pensamiento, Antonio añade que «si usted se fija bien, hasta hace poco la mayoría de ingenieros de la NASA eran argentinos. Pero acá no podemos creer».
Ante la duda acerca de su seguridad, y de la seguridad para resguardar su invento, que fácilmente sería blanco de cruzados intereses internacionales, afirma que «éste ese el lugar más seguro del mundo», para añadir luego «tanto yo como el proyecto estamos muy bien cuidados».
Una prudentemente instalada pero visible custodia del predio acompañan sus palabras. «Nosotros no vamos a ponernos a fabricar los motores, vamos a vender los derechos para hacerlo».
Es decir, terminados los procesos de patentamiento y de certificaciones de cuidado ambiental que su proyecto requiere, nadie necesitará «robarle» la idea. Quien pague los derechos de fabricación, podrá acceder hasta al mínimo detalle de los mismos, y replicarlos a escala mundial. Antonio asegura que próximamente contratará a sesenta personas para dar inicio al proceso de comercialización. Básicamente, tendrá una red de computadoras conectadas a todo el mundo por internet, para dar respuestas, contactar e interesar a posibles compradores. Quienes quieran demostraciones, deberán enviar a sus técnicos e ingenieros a Posadas para presenciarlas.
Incluso, anticipa que próximamente el mítico y prestigioso Washington Post dará a conocer detalles de este principio de revolución energética a escala mundial.
Un misterioso proyecto que promete cambiar la historia
