«Quemo mi título»

«Yo no estoy sólo», contesta Antonio ante la pregunta de cuándo se le ocurrió la idea, o cómo llegó hasta ella. «Uno siempre va investigando, desde que tiene una idea, y no se puede decir en tal o cuál momento. Somos un grupo de profesionales dedicados a la investigación y desarrollo de tecnología para la generación de Energía Eléctrica, totalmente limpia y compatible con las normativas mundiales» añade en una definición idéntica a la que figura en la página web, deslizando que otros técnicos e ingenieros investigadores lo acompañan en el proyecto.
Tanto Pablo Antonio como Leopoldo Gross agregan en todo momento que no están interesados en la prensa, ni en la difusión masiva de este proyecto. «Simplemente, no nos interesa», dicen. En los últimos tiempos, diversas personalidades misioneras ingresaron al predio y fueron testigos de la prueba que ofrece a los visitantes.
Cuando se insiste en alguna constancia técnica o en la certificación de un experto, ante la imposibilidad lógica de que abra su invento a los ojos de cualquier extraño, Antonio responde que «tenemos certificado por ingenieros y escribanos que el motor eléctrico para automóviles funcionó durante varios días sin otra conexión que las dos baterías de 12 voltios».
Por EneargenSA ya pasaron diputados nacionales, funcionarios provinciales, jueces federales y provinciales y empresarios de distintos rubros de Misiones. Algunos salieron muy entusiasmados, incluso con la idea de promocionar este «invento argentino». Otros, más prudentes, especialmente en un año electoral, prefieren «esperar un poco más» para definir públicamente sus impresiones. Y hay hasta quienes salieron de allí en muy malos términos, prácticamente corridos por el propio Antonio, ante alguna especulación personal que acercaron.
Distinto es el caso de un prestigioso ingeniero de EMSA. Tras analizar los detalles que se pueden conocer hasta ahora, aseguró sin espacios para la especulación: «Si este invento funciona, yo quemo mi título de ingeniero».
Otro ingeniero, enfatizó sin vueltas: «Este supuesto invento rompe todos los principios de la termodinámica. Si funciona, yo no sólo quemo mi título, sino también me quemo las manos».