Pretenden bajar el valor de las multas del Código de Nocturnidad

En cambio, hay coincidencia con el horario de cierre de los boliches. Los ediles analizaron ayer el veto a la ordenanza que rige la vida nocturna de Posadas. Los ediles escucharon a funcionarios y a comerciantes. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Octavio Loyola y Jorge Jabornicki evaluaron los resultados de los controles de nocturnidad.[/su_note]Los concejales de Posadas se reunieron ayer para analizar el veto a la ordenanza que regula la nocturnidad en Posadas, y al mismo tiempo, evaluaron los decretos emanados desde el Departamento Ejecutivo Municipal, que en los últimos días generaron cierta polémica a partir de la decisión del juez en los Correccional y de Menores, César Jiménez, quien declaró inconstitucional el decreto 1.320.

Los ediles escucharon a funcionarios municipales y a integrantes de Comerciantes Unidos y en principio, surgieron algunas diferencias y coincidencias. Los concejales pretenderán reducir algunos de los montos fijados como multas. «En las ordenanzas, tenemos fijadas algunas multas que van de las 300 unidades fijas a las 3000 unidades. Esto es casi un diez por ciento de lo que se cobra actualmente», explicó la presidenta de la comisión de Asuntos Sociales, la renovadora Silvia Risko. Mientras que, «tenemos acuerdo con los horarios de cierre de los boliches», adelantó.

«Esta fue la primera reunión y en función de la experiencia que hasta ahora recogimos, analizaremos los cambios», dijo la concejala. «Todo suma para poder sacar una ordenanza que sirva realmente. No es cuestión de liquidar al comerciante para salvar al joven pero el comerciante también tiene que asumir su responsabilidad como ciudadano y o especular con la venta de alcohol», explicó.

En realidad, la mayoría de los concejales se manifestaron en favor de buscar una ordenanza equilibrada, pero dejaron en claro que los controles deberán continuar. «Es una cuestión de cambio cultural y social, de toda a comunidad», resaltó.

La reunión se dio justo después de que el intendente de Posadas, Jorge Brignole, saliera en defensa del decreto de nocturnidad (el 1320) y del 546.

Ambas campanas

A riesgo de ser calificada de poco transparente, la mayor parte de la reunión de la comisión se realizó a puertas cerradas. Los comerciantes convocados para dialogar con los ediles (así como la prensa) debió aguardar en los pasillos del Concejo Deliberante, a que los funcionarios citados terminaran con su exposición. Según explicaron los ediles, tanto el secretario de Gobierno, Octavio Loyola; como el secretario de Calidad de Vida, Javier Jabornicki, hicieron una evaluación de la aplicación de los decretos de nocturnidad.

La reunión comenzó pasadas las 8,30. Los ediles se tomaron más de una hora «para refrescar» los textos de la ordenanza, del veto y de los posteriores decretos de nocturnidad. Después, llegaron los funcionarios municipales que estuvieron reunidos con los ediles hasta cerca de las 11. Recién después, tuvieron su chance los comerciantes.

La Asociación Comerciantes Unidos de Posadas, presentó a los concejales un petitorio, en el que señalan en primer lugar, «el apoyo a la prohibición de vender bebidas alcohólicas a menores de edad en cualquiera de sus formas y horarios». También rechazaron «categóricamente, por injustas, tendenciosas y maliciosas, las acusaciones de única responsabilidad de los comerciantes respecto a la problemática del alcohol en los jóvenes de Posadas». «Consideramos que existe una responsabilidad primaria de los padres y secundaria, del Estado sobre las conductas de dichos jóvenes», añadieron. Y pidieron: «la derogación de los decretos 1.320 y 564» y la «plena vigencia de la ley provincial conocida como Ley Galeano».

Por otra parte, los comerciantes solicitaron que se fijen parámetros y normas a seguir en las inspecciones. «Los controles se encuentran liberados a la arbitrariedad y discrecionalidad de los inspectores, ya que actualmente los comerciantes no tenemos posibilidad de defensa alguna», se quejaron. En ese sentido, contaron algunas experiencias que perjudicaron a los trabajadores.

Por último, los trabajadores plantearon su oposición a la creación de un nuevo registro de expendedores de bebidas alcohólicas, porque tiene un objetivo «meramente recaudatorio», dijeron casi al finalizar el encuentro en el Concejo Deliberante.

Un ambiente poco amistoso

La espera que debieron soportar los Comerciantes Unidos para dialogar con los ediles y la presencia de los funcionarios, que evitaron confrontar con los trabajadores, caldeó el ambiente en el Concejo Deliberante. «Vamos a tener represalias por nuestras expresiones», advirtió Javier Pirovane, propietario de un maxiquiosco.

Los concejales renovadores Telmo Cabrera y Juan Alberto Galarza fueron los encargados de defender las acciones de los inspectores municipales. «El objetivo de la norma no es perseguir sino restringir la venta de alcohol», dijo Galarza. «Buscamos un equilibrio», dijo Silvia Risko.

«Nos echan la culpa de todo solamente a nosotros. ¿Por qué no se pena también el consumo y a los padres de los menores que beben?», se quejó Luis Zimermann, propietario de un negocio.

Por momentos, la charla se convirtió en discusión. Tanto así, que después de las 11,35 los ediles decidieron levantar abruptamente la reunión. «Vos lo quequerés es que saquemos una ordenanza para vos», espetó Guido Barreyro a Pirovane, cerca del final.

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