Reclaman un acuerdo de cooperación para preservar el Acuífero Guaraní

Es una de las mayores reservas del planeta. Pero hasta ahora los países de la región no tienen políticas para su aprovechamiento racional. Y en Brasil ya ofrecen vender agua al mundo, un negocio que puede poner en riesgo a este recurso. – Mucho se habla del Acuífero Guaraní, una de las mayores reservas de agua subterránea en un planeta al que se le agotan rápidamente las reservas de este recurso. Pero hasta ahora, y pese a las señales de alerta encendidas por varios grupos ecologistas, los gobiernos de la región no se muestran interesados en trazar políticas comunes para aprovechar racionalmente y preservar este reservorio de la contaminación.
Quizás uno de los primeros pasos en esta dirección lo dio esta semana el senador misionero Ramón Puerta (PJ-Misiones) al reclamar en un proyecto de comunicación que las Cancillerías de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay avancen en un acuerdo de cooperación para el aprovechamiento sostenible del acuífero.
El Guaraní es una de las mayores reservas de agua que existen. Se extiende por el subsuelo de un área de cerca de 1.2 millones de kilómetros cuadrados que comparten justamente los cuatro países signatarios del Tratado de Asunción, que dio origen al Mercosur.
Aunque, según los estudios que se han hecho, el volumen explotable como reserva reguladora o renovable es de 40 a 80 kilómetros cúbicos por año (suficiente como para satisfacer cuatro veces la demanda de consumo actual en la Argentina) hay algunos datos preocupantes sobre la suerte de este recurso, advirtió Puerta.
Brasil no sólo es el país que mayor explotación hace hoy del Acuífero Guaraní. Porque además de abastecer a más de 300 ciudades, ahora pretende salir a vender agua al mundo.
En la reciente Cumbre de Países de América del Sur y Medio Oriente, una delegación de la ciudad brasileña de Santana do Livramento «propuso vender agua embotellada proveniente del Acuífero Guaraní».
Lo más grave es que se cerró el compromiso de hacer un primer envío a Irán dentro de los próximos seis meses, y otros grupos empresarios están interesados en lanzarse al mismo negocio. Se estima que los pedidos lloverán desde todas partes de un planeta donde el agua potable se está convirtiendo en el bien más escaso de las próximas décadas.
El proyecto de Puerta, sin embargo, no atacó esta actividad comercial. Pero exige que los países que poseen esta reserva definan políticas que permitan la explotación irracional del Acuífero. «Pero los aspectos económicos y sociales inmediatos que generará esta actividad (la venta de agua) no puede estar desregulada. El Acuífero Guaraní es una reserva estratégica de importancia vital para las futuras generaciones: nuestros países deben acordar cuanto antes una cuidadosa y racional explotación», argumentó.
Para el legislador, los cuatro gobiernos de la región deben concertar cuanto antes un acuerdo de cooperación basado en dos grandes líneas: «el establecimiento de cupos de extracción de agua para cada país, cuyo volumen total anual debe ser inferior al volumen de recarga natural del acuífero; y la fijación de normas homogéneos de extracción de agua y controles de calidad, que eviten todo riesgo de contaminación».

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas