El gobernador Carlos Rovira y el jefe de Gabinete, Maurice Closs acusaron a los partidos políticos tradicionales de mantener las «marchas», pero no los principios, que «sí se concretan en la renovación»
Duro. Rovira atacó a la oposición por poner palos en la rueda del Gobierno provincial.
En tierras del jefe de Gabinete, Maurice Closs, el calor popular se hizo sentir en el acto realizado anoche por el Gobierno provincial, encabezado por el gobernador Carlos Rovira.
Aristóbulo del Valle recibió anoche a la comitiva oficial con un paquete de inversiones que llegó a los cuatro millones de pesos, donde además se entregaron donde realizará la entrega 100 viviendas construidas por el Iprodha, equipos de computación por parte de la UEP, insumos del Ministerio del Agro y la Producción, kits escolares y carnets del Seguro de Salud por el IPS.
Con un fuerte discurso político, el gobernador Rovira destacó que el Frente Renovador conceptualiza lo mejor del peronismo y lo mejor del radicalismo. A la vez acusó a esos partidos de quedarse con «las marchitas», pero no darle contenido a sus acciones.
«Se siente el deseo del pueblo de incrementar la renovación y es posible. Pero hay que tener el máximo cuidado porque van a volver los mensajes, ninguno positivo, no van a escuchar propuestas del otro lado, no van a escuchar soluciones a los problemas que tenemos. Son todas críticas y denuncias pero sí le van a meter a los compañeros la marchita peronista, a los correligionarios la marchita radical, y van a hablar de Perón e Yrigoyen, pero bien lejos de esta necesidades», afirmó.
El mandatario destacó que la militancia de Evita «se canaliza con el Seguro de Salud que todos reclamaban pero ninguno lo cumplió».
Rovira también sostuvo que «la renovación está integrada por gente nueva».
«Se ven aquí todas caras nuevas, con ganas de luchar por la provincia, hay mucho por hacer, por eso hay que ponerle costo a la mezquindad que todavía tiene la vieja política», sostuvo el gobernador en su discurso.
Por su parte, el anfitrión y candidato a senador, Maurice Closs, también embistió contra la Cámara de Diputados manejada por el justicialismo.
«Hicieron de la Legislatura un aguantadero político», cuestionó en referencia a los altos costos que representan los diputados para la sociedad misionera y el incremento del número de los empleados en la Cámara.
