Está en libertad el policía que mató a Alejandro Sotelo

El agente, que fue dado de baja de la Policía, solicitó su reincorporación pero la fuerza rechazó el pedido. Los familiares de la víctima se quejaron de la decisión judicial. Cumplió menos de la mitad de la condena. [su_note note_color=»#cdcdcd»]El policía Cáceres integraba la patrulla de la Seccional Quinta que el15 de noviembre, en horas de la madrugada, realizaba una recorrida de rutina por el barrio Don Santiago al mando de un oficial.[/su_note]En otra polémica decisión, el Tribunal Penal 1 de Posadas de Posadas dejó en libertad al agente de Policía que había sido condenado a doce años de prisión por matar a un joven en el barrio Don Santiago de Garupá en noviembre de 1999. Se trata del agente Raúl Andrés Cáceres, quien ultimó de un balazo a Alejandro Ismael «Golo» Sotelo.

«Imagínense como estoy sabiendo que el asesino de mi hijo anda suelto» disparó ayer la madre de Golo, Perla Sotelo. «Tanto confiamos en la Justicia, pero todo fue una payasada. Cáceres fue ayudado por todos los policías y mi familia fue terriblemente humillada en el juicio», agregó.

Por su parte, Ernesto Sotelo, tío de la víctima, criticó duramente el informe que habría suministrado la jueza Demetria González de Cantero, en el que calificó a Cáceres como un «chico muy bueno y amable». Según Sotelo, sólo dos jueces habrían firmado la liberación del detenido: Cantero y Ángel Dejesús Cardozo, mientras que Martín Errecaborde se habría pronunciado en disidencia.

Fuentes policiales confirmaron que tras recuperar la libertad Cáceres se presentó en la Jefatura de Policía para solicitar su reincorporación, pero el planteo fue rechazado por la fuerza.

Al momento del juicio oral y público, la fiscal Liliana Picazo había solicitado una pena de 25 años de prisión para Cáceres. Ayer recordó que los peritos establecieron que se trataba de una persona ‘con desbordes explosivos, que no logra encauzar su conducta’. «Estos impulsos lo llevaron al acto homicida», indicó, y recordó que por su parte se había opuesto de lleno a otorgarle la libertad condicional a Cáceres.

Enojo

Algunos puntos mencionados por la defensa de Cáceres, irritaron a la familia Sotelo. «Dijeron que mi hijo no estudiaba ni trabajaba y eso es totalmente falso. Alejandro cursaba el cuarto año de la escuela Manuel Belgrano y trabajaba en el autoservicio Bambi, a dos cuadras de casa», explicó la madre de Golo.

Por otra parte, Ernesto, tío de la víctima, señaló que «no entiendo esta decisión porque el policía estaba castigado y no podía portar armas, ya que cuando mató a mi sobrino, también baleó a otro chico en la rodilla». Sotelo consideró además que Cáceres no cumplió ni siquiera los 2/3 de su condena «y encima recibe el beneficio del 2 x 1. No puede ser», enfatizó.

El policía Cáceres integraba la patrulla de la Seccional Quinta que el15 de noviembre, en horas de la madrugada, realizaba una recorrida de rutina por el barrio Don Santiago al mando de un oficial.

Cuatro jóvenes que estaban tomando tereré tras un agotador partido de fútbol divisaron las balizas del móvil policial y salieron disparados en distintas direcciones, temerosos que los uniformados los detuvieran «en averiguación de antecedentes», es decir sin motivo alguno, como ya había ocurrido en otra oportunidad.

«Golo» Sotelo intentó ocultarse en el patio de la vivienda de uno de sus vecinos, Roberto Martínez, quien se encontraba descansando junto con su familia.

En esas circunstancias, el agente extrajo su arma reglamentaria y efectuó varios disparos, uno de los cuales ingresó por la espalda del joven, provocándole la muerte en el Hospital Madariaga.

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