Realizó la presentación en el Superior Tribunal de Justicia. Acusó al presidente del Concejo de querer desestabilizarlo y dijo que lo mismo sucederá en otras comunas manejadas por el Frente Renovador. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Luis Benítez pidió a los concejales de la oposición que se pongan a trabajar por San Vicente[/su_note]San Vicente (Corresponsalía). El intendente de esta localidad, Luis Benítez, apeló ante el Superior Tribunal de Justicia la decisión de destituirlo que tomaron cuatro de los cinco concejales, el 29 de abril pasado. El alcalde fue más lejos y denunció en el mismo escrito la inexistencia de las actas que deberían respaldar lo que ocurrió en esa sesión especial y que son el único sustento jurídico del debate y las tomas de decisiones, según habría argumentado.
Ahora la cúpula judicial misionera deberá confirmar o anular la decisión del cuerpo deliberativo sanvicentino. Mientras, el intendente renovador sigue ejerciendo el cargo. El lunes, -un día antes que venciese el plazo de cinco días hábiles que le otorga la ley-, Benítez presentó su apelación ante el STJ, pidiendo la nulidad y caducidad del proceso de destitución. Además responsabilizó al presidente del Concejo, el radical Mario Franco de Lima, de querer derrocarlo por razones exclusivamente políticas.
La inexistencia de las actas y de una resolución final válida, son dos de los fundamentos por los que el intendente renovador pidió la nulidad de todo el proceso. Según trascendió Benítez planteó que la resolución por la cual lo destituyeron no tiene validez porque no reúne los requisitos jurídicos de una sentencia. Un abogado vinculado con la gestión del intendente opinó que «en el articulado faltan los fundamentos y ni siquiera están las causales de la destitución. No está la justificación de los votos, ni se menciona qué concejal participó. Tampoco está firmada por todos los que supuestamente dictaminaron, sino solo por el presidente, por lo que expresa la voluntad de él. Esa resolución es apenas un relato de Franco de Lima, por eso es inválida». En la apelación también se aseguraría que la resolución no fue confeccionada ni en el lugar, ni en el día que figuran en su texto. Un tercer fundamento se basaría en el supuesto incumplimiento de los concejales, del derecho de defensa. Benítez habría planteado que los ediles no le hicieron conocer sus derechos, ni le hicieron saber que podía nombrar un abogado, entre otras características.
Caducidad
Además de la solicitud de nulidad elevada por el jefe comunal, también solicitó la caducidad del proceso. Se fundamentaría en que al concluir los 60 días que tiene el deliberativo para culminar el proceso, no existía una resolución válida y tampoco el acta de la sesión especial del 29 de abril. El jefe comunal de San Vicente aseguraría que el objetivo de su destitución es político, y responsabilizaría al presidente de la legislatura comunal, Franco de Lima (UCR). En este párrafo, la presentación haría mención que en pleno año electoral, la oposición intentará estas maniobras en las comunas administradas por la renovación y con caudal de votos importante como la Capital Nacional de la Madera. Benítez pidió a los concejales «que se pongan a trabajar para San Vicente como lo hace (Edgardo) Escalante. Yo no fui el que sembró discordia, y necesito herramientas para gobernar. Sufro en carne propia lo que le pasa a nivel provincial al gobernador Carlos Rovira, que debe administrar con Diputados en contra».
¿Y las actas?
Con respecto a las actas de la sesión especial en la que lo destituyeron, Benítez dijo que «nos cansamos de pedirlas, pero hay una notable resistencia del Concejo a entregarnos una copia. Primero las solicitamos a través de dos notas; después ante escribanos y hasta ahora nunca las vimos. Evidentemente no existen». Al respecto, trascendió que en la apelación que ya está en manos del máximo nivel judicial de la provincia, se habría explicado que los ediles ni siquiera tuvieron tiempo material para redactar el acta el día de la destitución. «Entraron a las 16 y a las 18.30 se retiraron. Nadie vio al secretario del Concejo redactando el acta en el momento, que por cierto le hubiese llevado mucho tiempo porque se leyeron varias docenas de fojas. Por ahí las escribió en la casa, cosa que no puede hacerse», aclaró el intendente.
Además el concejal Edgardo Escalante, -el único que votó contra la destitución de Benítez- habría asegurado que nunca firmó el acta en cuestión.
En el Ejecutivo comunal estudian ahora la responsabilidad jurídica que le cabrían tanto al presidente del legislativo, como al secretario.
