Afirman que la ley del donante presunto ayudará a sobrevivir a muchos

El médico titular del Cucaimis, Gaspar Argüello explicó respecto de la ley de Donante Presunto que es buena para la sociedad, fundamentalmente para quienes están en lista de espera para realizarse transplantes. «Este procedimiento se impuso por sus buenos resultados y porque mejora la calidad de vida y permite sobrevivir a muchos pacientes con patologías graves», dijo. Argüello manifestó que desde el punto de vista médico y científico, el procedimiento de ablación y transplante mejora la procuración de órganos y permite dar respuesta a grandes necesidades. «Alrededor de 100 mil personas en la Argentina están en lista de espera», precisó.

Respecto del tráfico de órganos u operaciones clandestinas en el país, el médico explicó que desde el punto de vista técnico es casi imposible hacer este tipo de operaciones en la clandestinidad, porque involucra por lo menos a 50 profesionales. «Son malos los resultados si no se tienen en cuenta cuestiones técnicas. En el país no hay denuncias sobre estas prácticas y es casi imposible que sucedan», aclaró.

Por otra parte, Argüello dijo que en el país se está haciendo algo similar a los países de Europa, «con la diferencia de que en esos países sólo se respeta la decisión de la ley y no se consulta a los familiares, mientras que en Argentina se la considera una ley blanda, porque permite que la decisión se traslade al enfermo o a la familia», agregó. En este sentido expresó que desde que esto se implantó, logramos llegar a 11 donantes por millón, siendo que estábamos en 8 por millón.

Asimismo el titular de Cucaimis indicó que hay un banco de datos mundial de compatibilidad de médula ósea. «Eso se hace con donante vivo, mediante la extracción de sangre. Si un argentino tiene un donante compatible en Italia, se le extrae sangre y tejido y se lo implanta, pero este procedimiento sólo está contemplado en el transplante de médula ósea», añadió.

Por último, explicó que lo que interesa es la compatibilidad del grupo sanguíneo y la parte morfológica, es decir, de tamaño de los órganos. «Esos datos se conocen con rapidez en el momento de la ablación», señaló. También aclaró que para realizar la ablación la persona tiene que tener diagnosticada la muerte cerebral, eso ocurre en los servicios de terapia intensiva y se les mantienen las funciones cardíacas, renales, hepáticas y respiratorias artificialmente». (FM Tupambae).

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