Se destinarán 883.000 pesos a un adicional extraordinario para los docentes y no docentes de la universidad y se implementará una ayuda social con 400 becas de 100 pesos para los estudiantes. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Se repartirá 883.000 pesos del fondo de la AFIP e implementará una ayuda social con más becas.[/su_note]Luego de tantas idas y vueltas finalmente en la jornada de ayer, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Misiones aprobó el presupuesto para el ejercicio 2005. Poco más de 38 millones de pesos se distribuirán entre los gastos de funcionamiento y en ésta oportunidad 883.000 pesos serán distribuidos de manera extraordinaria entre docentes y no docentes. Además se implementará una ayuda social con 400 becas de 100 pesos para los alumnos más necesitados.
Pasados minutos de las 14 de ayer, se reanudó la sesión que pasara a un cuarto intermedio la semana pasada, en la cual se había discutido la aprobación de las partidas presupuestarias correspondientes al presente año.
Sin más preámbulo se pasó a la votación de las dos mociones existentes.
Una, propuesta por un grupo de consejeros estudiantiles independientes consistía en la implementación de una ayuda social de 400 pesos per cápita y la otra, que resultó ganadora fue la del decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales que permite el reparto del denominado «fondo de la AFIP» entre los empleados docentes y no docentes además de la implementación de 400 becas de 100 pesos cada una para el alumnado.
Los mencionados fondos AFIP se integraron a la Universidad, acogiéndose a una posibilidad que otorgaba la legislación tributaria, en ese sentido desde el rectorado aclararon que se trata de las contribuciones patronales, no de los descuentos sobre los haberes del personal docente o no-docente.
La UNaM encaró en su momento una disputa judicial con la AFIP y por gestión de Dirección de Asuntos Jurídicos logró un acuerdo en el Juzgado Federal por el cual, el Ente Recaudador reconoció la legitimidad de los pagos efectuados por la Universidad, de allí surge la discusión por la finalidad de ese dinero.
Respecto a esto, el rector manifestó que «se había aprobado en una sesión del Consejo Superior, que esto se destinara a obras y hoy se cambió ese criterio y se decidió repartir ese dinero entregándole a cada uno de los docentes y no docentes de la facultad, un monto de alrededor de 600 pesos que es para lo que alcanza ese dinero. Es decir gastando una sola vez y por una única vez un aumento a la gente que es un paliativo interesante, pero que echa por tierra la posibilidad de avanzar en un planeamiento más estratégico a largo plazo».
Por otro lado sostuvo que para la obra de ampliación de las instalaciones del campus la Nación financia por un monto de 2 millones de pesos un edificio que cuesta 5 millones y que el resto del dinero tiene que salir de ahorros de la facultad de Exactas y de los fondos de rectorado.
«Vamos a respetar lo que se votó por mayoría y nuestra postura también era válida dado que responde a una cuestión de seguridad referida a las condiciones de los edificios de Humanidades y Exactas, que por ahora van a tener que esperar», dijo Jaume.
Malestar en Exactas
En una nota firmada por el decano de la Facultad de Ciencias Exactas Químicas y Naturales, Andrés Linares junto a un grupo de docentes se expone el malestar existente luego de la denuncia de los cuatro decanos a la gestión actual de rectorado.
En el documento se explicita que no se sabe «porque los decanos que decidieron asignar partidas presupuestarias para obras en el Campus de Posadas, Oberá y Eldorado cambiaron de opinión, tratando ahora de justificar este cambio mediante acusaciones al Rector y colaboradores». Y con ello «evitar que se pueda construir el Edificio de la FCEQyN». La nota respalda a la intención de trasladar a la facultad de Exactas al campus, dado que el el actual edificio de la calle Félix de Azara, las huellas del paso del tiempo se hacen cada día mas evidente, poniendo en riesgo a la población universitaria que, día tras día trabaja en el lugar. La nota concluye diciendo que «se puede con un manejo inteligente del presupuesto, hacer una buena parte de todo, incluyendo la ayuda económica al personal y para becas».
Una de las consecuencias después de los cuestionamientos realizados por los decanos de cuatro facultades de la universidad al accionar de la gestión actual de rectorado, Fernando Jaume explicó por escrito el cómo y el porqué de las decisiones tomadas hasta el momento. Entre varias cosas que detallan en el escrito se expone que desde el inicio de la administración, en julio de 2002, el rectorado de la UNaM lleva adelante «una política activa, continua y sistemática de gestión ante distintos organismos nacionales y provinciales y agencias de Cooperación de otros países, con el propósito de obtener recursos suplementarios a los del presupuesto de Ley, destinados a financiar, tanto proyectos académicos, de investigación básica y aplicada, de extensión y transferencia a la comunidad, como para equipamiento e infraestructura. En una parte del texto reza que «la administración ha conseguido, o está en trámite de obtener, en los 2 últimos años de gestión, fondos por más de $ 14.000.000.- (Catorce millones de pesos) por encima del presupuesto de ley que le corresponde a la UNaM, dentro del sistema de universidades nacionales. No se trata de «palabras grandilocuentes», sino de hechos concretos. Finalmente dice que avanzar en un modelo implica pensar con generosidad y amplitud de miras en un proyecto conjunto para la UNaM, que trascienda la coyuntura, el que sin dudas favorecerá a todos. En la convicción de que la inversión es prioridad frente al gasto.
«Queremos dignificar la tarea docente»
