Misiones también pretende vender agua del Acuífero Guaraní

La ciudad brasileña de Santana do Livramento ya avanzó en la venta de 300 mil litros de agua embotellada proveniente del Acuífero Guaraní. En la Cooperativa Eléctrica de Oberá avanzan con la exploración de la reserva y aseguran que también se puede exportar el recurso natural que en Medio Oriente se cotiza a seis dólares el medio litro.

El acuífero abarca a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

El acuífero abarca a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

El rápido avance y las buenas perspectivas comerciales del proyecto de la ciudad brasileña de Santana do Livramento (Río Grande do Sul), despertó el interés de numerosos emprendedores misioneros que buscan la manera de aprovechar la gigantesca reserva de agua dulce que descansa bajo nuestro suelo.

El la reciente Cumbre de Países de América del Sur y Medio Oriente participó una delegación de la ciudad del vecino país que logró avanzar en la negociación y venta de agua embotellada proveniente del Acuífero Guaraní hacia esa región del mundo. A consecuencia de dicha gestión, se enviará a Irán, como primera prueba de mercado, en un plazo no mayor a seis meses una embarque de 300 mil litros de agua embotellada en envases de 225 centímetros cúbicos.

Los brasileños esperan obtener un buen márgen de ganancia ya que en algunos países de Oriente medio el valor del agua dulce embotellada alcanza los seis dólares, mientras que el costo de extracción es mínimo.
De ser positiva esta experiencia comercial iniciada por Brasil, se abre un universo de oportunidades del que Misiones puede sacar buena tajada dada su posición estratégica en la región.

Dentro de la Provincia la localidad que hizo punta en la explotación de del agua proveniente del Guaraní es Oberá. En dicha localidad se encuentran avanzadas las obras de una perforación que pretende llegar hasta la reserva de agua subterranea para montar un complejo de aguas termales.
En ese sentido, Héctor Alvea presidente de la Cooperativa Eléctrica de Oberá, pronosticó que en menos de treinta días estarían extrayendo agua del Guaraní.

La idea original de los Obereños era limitarse a la explotación del recurso a través del complejo de aguas termales, pero luego de la experiencia brasileña Alvea no descarta dedicarse también a la venta de parte del agua que se extraiga.

Respecto al avance de la obra indicó que «la perforación va bien aunque un poco demorada, ya se pisó el acuífero, la presencia de arenisca garantiza la presencia de agua. Ya hemos llegado a la arena tenemos que perforar un poco más pero es muy rápido porque perforar la arena es mucho más fácil que el basalto».

Misiones está relativamente lejos de las zonas en las que el agua ingresa al Guaraní, por lo tanto hay que perforar más para cruzarce con el acuífero -unos 1.300 metros- a diferencia del norte de Uruguay y sur de Brasil donde se lo puede encontrar a menos de 150 meros de profundidad.

Polución y legislación
Si bien a esta altura existen ya pocas dudas de que las potencialidades de la explotación económica del acuífero Guaraní son enormes, todavía existen «puntos oscuros» que generan una fuerte incertidumbre.

Uno de esos puntos oscuros pasa por la legislación -o mejor dicho por la falta de legislación- ya que cada país tiene absoluta soberanía en la explotación de los recursos naturales en su territorio, pero hasta ahora no existen convenios firmados entre los países del mercosur que regulen la explotación de recursos compartidos -vale recordar que el acuífero Guaraní se extiende bajo la superficie de parte de Brasil, Uruguay, Paraguay y Uruguay-.

Entonces -en teoría- sería posible que alguno de los países que tiene acceso al guaraní «se chupe» toda el agua dejando sin el líquido a sus vecinos. Si bien esta hipótesis aparece por ahora lejana dado el gran tamaño de la reserva subterránea de agua, Alvea aseguró qeu es urgente avanzar en acuerdos para regular el uso de este recurso.

Otra de las preocupaciones pasa por el cuidado de la calidad del agua, para lo que resulta fundamental evitar cualquier tipo de contaminación, que de producirce en un solo punto se extendería a todo el sistema ya que no existen compartimientos estancos.

De modo que la extracción del agua debe hacerse de forma sostenible para asegurar su preservación: es decir que la cantidad y calidad del recurso debe mantenerse para las generaciones actuales y futuras. En tal sentido, el volumen de agua que se puede extraer es menor a la recarga y debe considerar el mantenimiento de sistemas que dependan del agua subterránea, por ejemplo, ríos y humedales.

En ese sentido, el titular de la Cooperativa obereña indicó que es importante sellar herméticamente la conexión hacia la fuente de agua para evitar que se filtre líquido de las napas superiores, más contaminadas.

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