Petroleras analizan invertir en bonos verdes en el nordeste argentino

A poco de la entrada en vigencia del Protocolo de Kyoto, el mercado de Bonos Verdes ya muestra su potencial. Misiones presenta mayor capacidad para el desarrollo de proyectos forestales. Desde febrero rige el Protocolo de Kyoto en el que 140 países se comprometen a colaborar en la reducción de emisiones de gases tóxicos y con leyes «a medida», la forestación aparece como una gran oportunidad en la Argentina. Compañías petroleras ya han iniciado inversiones en la actividad (Repsol y Shell sembraron 7.000 hectáreas en total en la Patagonia para obtener certificados), al igual que grandes industrias de Alemania. Ahora los inversores piensan en Misiones y otras provincias del norte.

El protocolo establece que los países en desarrollo no tienen que reducir sus emisiones de gases que provocan el indeseado «efecto invernadero»; sin embargo, pueden recibir un certificado por los proyectos que cumplan esas normas y venderlos a compañías de países desarrollados que deban respetar la reducción de emisiones. La forestación ha sido incluida por Kyoto como una modalidad de «captura de carbono». Así, esta actividad está captando inversiones extranjeras, no sólo por la posibilidad de obtener los denominados «bonos verdes», sino también por sus ventajas naturales, económicas y legales.

Dólar y leyes

A los recursos naturales que facilitan la producción forestal en zonas de la Patagonia, el Norte -incluido Misiones- y la provincia de Buenos Aires, se suma la ventaja competitiva del tipo de cambio. También hay una serie de elementos legales que tornan más atractivo el negocio:

La forestación cuenta con la Ley de Estabilidad Fiscal por treinta años, lo que permite que a una empresa del sector no se le puedan incrementar las alícuotas impositivas ni sumarle nuevas tasas.

El régimen de subsidios a la explotación forestal para determinadas zonas del país también pesa a la hora de la decisión de los inversores. La legislación argentina prevé que se puedan realizar inversiones directamente sobre plantaciones ya efectuadas sin tener la necesidad de adquirir el terreno.

Las cifras de este negocio

Los países que suscribieron el protocolo y figuran entre los mayores emisores de dióxido de carbono tienen la obligación de reducir entre el 2008 y el 2012 el 5,2% de los niveles de emisión registrados en 1990. De 100% de las emisiones de todos los países señalados por el acuerdo, los Estados Unidos emiten 36,10% de los gases que producen el efecto invernadero; Rusia, 17,4%; Japón, 8,5%; Alemania, 7,4%, e Inglaterra 4,3 por ciento. Las forestaciones pueden medir la capacidad de fijación de dióxido de carbono y así generar sus propios certificados y luego venderlos a otras empresas que necesiten compensar las emisiones de gases que producen. Para definir el precio de los bonos se toma en cuenta la renta que obtendría el agricultor si usara la tierra en actividades no forestales.

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