«No me extrañaría que en unos meses empezara una persecución»

Así lo aseguró la flamante jueza del Civil y Comercial N° 1, Gabriela Canalis. También dijo que no le extrañó la actitud que tomó el bloque justicialista a la hora de tratar sus pliegos. Hoy prestará juramento.

Trabajo. Canalis concursó en diferentes oportunidades para ocupar el cargo de juez.

Trabajo. Canalis concursó en diferentes oportunidades para ocupar el cargo de juez.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Elogia a Elisa Carrió, se identifica con el ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni.[/su_note][su_note note_color=»#cdcdcd»]La magistrada se quejó de quienes “utilizan la Justicia para resolver temas políticos, y eso es muy malo”.[/su_note]A pesar de las críticas del abogado René Oudín, y los planteos jurídicos de la profesora en letras Josefina Petrona Onetto, la secretaria del Civil y Comercial N° 3, Gabriela Canalis, tomará juramento como jueza. El acto se realizará en el Superior Tribunal de Justicia a las doce del mediodía.

Después del juramento, Canalis podrá estrenar el sello de jueza del Civil y Comercial N° 1. El cargo se encuentra vacante desde hace más de un año atrás, cuando estalló la causa denominada como la megaestafa a las cuentas judiciales y que terminó con la destitución y detención de la ex jueza Graciela Salvado de Sotelo.

Ayer por la tarde Canalis se declaró en duelo, y no es para menos teniendo en cuenta que debe dejar el juzgado en el que estuvo durante los últimos 14 años. «No me haga olvidar de ese cuadro», le recordó a una de las empleadas judiciales que la ayudaba a empacar sus cosas. Ingresó como meritoria -gratis- al Poder Judicial cuando tenía 25 años, después ocupó diferentes cargos dentro del mismo juzgado. Sólo pasó tres meses en un juzgado Laboral.

Elogia a la líder del ARI, Elisa Carrió, se identifica con el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, y asegura que la referente más importante de su vida es la jueza del Civil y Comercial N° 3, Georgina López Liva.

La jueza del Civil y Comercial N° 3 fue quien, en abril del año pasado, ordenó el allanamiento a la Legislatura en busca de la supuesta renuncia de la ex diputada Elsa Garayo. Fue esa actuación la que motivó a que un año después del incidente, el bloque Justicialista no aprobara los pliegos de quien hoy asume como juez. El único pecado que había cometido Canalis es el de haber sido secretaria de López Liva.

Sus opiniones

– ¿A la distancia, cómo ve hoy la actuación que tuvo el bloque del PJ a la hora de tratar sus pliegos en la legislatura?

– Esa forma de hacer política, esas personas que representan ese estilo de hacer política desde hace muchos años me han atacado directa o indirectamente, como lo han hecho con mi jueza, no me fue extraño ese tipo de actitudes. No me extrañaría que en unos meses empezara una persecución, no me extraña porque es una modalidad. No hago una valoración, ese es el estilo de ellos. Yo trabajo en el Poder Judicial.

– ¿Una persecución?

– No me extrañaría que haya un embate de aquí en más, una persecución… puede ser… veremos.

– ¿Cree que se está partidizando el Poder Judicial en Misiones, o se quiere politizar la Justicia?

– No, yo creo que se debaten temas políticos en la Justicia, no encuentran vínculos y acuerdos, y terminan debatiéndolos en la justicia. Utilizan la Justicia para resolver temas políticos, y eso es muy malo.

– Terminan queriendo involucrar a jueces.

– No sólo por eso. Uno debe aplicar la ley porque no tiene los mismos parámetros que tienen ellos. A veces se ofenden e interpretan las cosas de otra manera como si hubiera alguna animosidad. En realidad la política debe resolverse en el ámbito político, las cuestiones jurídicas se deben resolver en la Justicia.

– ¿Qué lectura hace de la votación del bloque de la UCR?

– Creo que fueron dirigentes políticos que escucharon todas las versiones y optaron. Detrás de esto había una cuestión jurídica que era la de cuál eran las atribuciones del juez y cuáles la del secretario.

La escuela Carrió – Zaffaroni

– Hace unos días atrás la ministra de la Corte Suprema de Justicia Carmen Argibay, criticó el sistema carcelario y señaló que no debe haber presos sin condena. También abogó por hacer un debate abierto sobre el aborto. ¿Qué opinión le merece que se comiencen a debatir estos temas en la Justicia?

– Se está tratando de no eludir los temas de la realidad. Hay que debatir los temas de los presos y los de la vida también. Yo particularmente apuesto a la vida.

– ¿Falta más debate entre los jueces en algunas cuestiones?

– El debate no es el de los jueces, nosotros aplicamos la ley. El debate lo tienen que hacer los legisladores y la sociedad. La sociedad es la que va marcando las pautas, cambios, y va eligiendo los legisladores. En temas tan profundos como éstos debe haber largos debates pero muy profundos, tienen que ver con la moral y la ética de un pueblo.

– Hay leyes arcaicas que se deberían adecuar a los cambios que busca la sociedad…

– Nosotros no debemos ser legisladores. Uno puede interpretar una norma, para eso hay métodos y ése es nuestro límite. Tenemos que hacer cumplir la ley, nada más. El resto es tarea de los legisladores.

La flamante jueza del Civil y Comercial N° 1, forma parte de una nueva generación de jueces que viene haciéndose espacio desde abajo, y que creen que el Poder Judicial debe cambiar. Canalis se jacta de haber sido alumna de Elisa Carrió y seguidora del ministro Zaffaroni, una onda negrita»progre» que se acentuó con la Corte que impulsó el presidente Néstor Kirchner.

Nunca tuvo palancas ni familiares en la justicia, y concursó en el Consejo de la Magistratura más de una vez para ocupar el cargo de juez.

Canalis mira a su alrededor como tratando de grabar las últimas imágenes de su despacho de secretaria. «Me gustan los desafíos, además siempre quise ser jueza… desde que era chiquita».

De las cenizas

La jueza del Civil y Comercial N° 8, Rossana Venchiarutti, tuvo que hacerse cargo de la subrogación del caótico juzgado que manejaba Salvado de Sotelo y que funcionaba como bunker de una asociación ilícita.

El Civil y Comercial N° 1 había quedado con más de 200 resoluciones para ser dictadas, y el doble de expedientes para ser analizados.

Desde que Venchiarutti, hace un año y cinco meses atrás, quedó a cargo del juzgado fueron sacados a despacho más de 12.600 expedientes, se dictaron unas 800 resoluciones y más de 400 fallos.

El juzgado terminó de resurgír entre las cenizas después del infierno que generó la causa denominada como la megaestafa a las cuentas judiciales.

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