Estudiantes graves, por consumir calmantes

Son chicas de entre 13 y 14 años. Tomaron Dormicum, porque pensaron que se trataba de pastillas para la cefalea. Una de ellas pasó la noche internada. [su_note note_color=»#cdcdcd»]Las pastillas que las jovencitas habrían ingerido se denominan Dormicum, 15 miligramos.[/su_note]Oberá. Las autoridades educativas de la Escuela Normal Superior 4 de esta ciudad, debieron recurrir ayer al servicio asistencial de salud para socorrer a tres chicas de entre 13 y 14 años que concurren al octavo año de la EGB 3 y al primero del Polimodal, porque habrían ingerido pastillas calmantes en el establecimiento educativo.

Según se supo, las jovencitas -todas amigas entre ellas- decidieron probar este medicamento tranquilizante, entendiendo que se trataba de pastillas para calmar el dolor de cabeza. De todas formas, y aunque hubieran tomado calmantes para la cefalea, la cantidad de la ingesta fue aparentemente exagerada.

Las pastillas que las jovencitas habrían ingerido se denominan Dormicum, de 15 miligramos.

Las autoridades del establecimiento escolar cayeron en la cuenta de que algo irregular estaba pasando con las chicas, cuando éstas comenzaron a presentarse descompuestas e incluso se desmayaron. Este hecho, hizo que las autoridades educativas llamaran a sus padres y a un servicio asistencial. Las chicas fueron hospitalizadas de inmediato.

Una de las estudiantes, de 13 años de edad, pasó la noche en el nosocomio local ya que se encuentra en observación, por haber sido la que ingirió el medicamento en mayor cantidad.

La directora del establecimiento, María de Sarratea, señaló que «nos tomó por sorpresa el hecho, porque son chicas normales».

«No sabemos qué pensaron para tomar esta decisión, de todas formas seguiremos averiguando, los padres harán la denuncia para obtener mayores informes», agregó la educadora.

En recorrida por varias farmacias, se supo que estas pastillas no se venden abiertamente por ser hipnóticas, relajantes y sedantes. Algunos farmacéuticos consultados dijeron asimismo que por estos días muchos jovencitos buscan pastillas Ribotril de similares características a la que consumieron las chicas, con la excusa de que necesitan para la abuela o la madre.

«Esto no se vende sin receta y no se les da a menores, así que quien lo haga corre riesgo de ser irresponsable en su profesión», dijo una farmacéutica.

Un caso en Salta

Dos semanas atrás hubo un caso similar, en tanto más grave, en la provincia de Salta. Cuatro adolescentes de 16 años se encontraban internadas, tres de ellas en estado de coma, tras haber ingerido una mezcla de alcohol y barbitúricos, en distintos boliches de la ciudad.

Según la guardia del Hospital San Bernardo, donde fueron asistidas, las adolescentes que no estaban relacionadas entre sí e ingresaron al centro asistencial en la madrugada del sábado pasado, admitieron haber mezclado vino o cerveza con «Rivotril con clonazetam antifóbico» y «Midazolan».

El Rivotril produce cuadros de excitación que precede a una gran depresión, mientras que el Midazolan es un somnífero, que en bajas dosis tiene un efecto hipnótico, según señalaron especialistas.

Las jóvenes fueron sometidas a un tratamiento suministrado por medio de una sonda nasogástrica compuesto de suero y vitamina B, y sólo una de ellas se recuperó.

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