El paciente de 12 años falleció en la madrugada del domingo como consecuencia de una artritis que llegó a la sangre. Su madre, Julia Ramírez denunció al establecimiento sanitario por negligencia.
La muerte de un niño de 12 años en el hospital de Pediatría provincial desató una polémica respecto a la atención que recibió el menor durante los controles. El chico falleció en la madrugada del domingo a consecuencia de una artritis (inflamación crónica de sus articulaciones) que llegó a la sangre. Su madre, Julia Ramírez, denunció al hospital por negligencia y desde el nosocomio aseguraron que fue imposible prever ese desenlace.
La situación se tornó incomprensible teniendo en cuenta la rápida evolución de la enfermedad que terminó con la vida del paciente. Éste se había ido a atender por una lesión en un tobillo y fue enyesado por requerimiento de los médicos traumatólogos. Luego sufrió una infección y casi una semana después su estado se agravó.
Fue el director del hospital pediátrico, José Gutiérrez, quien salió a dar explicaciones de lo ocurrido. «Independientemente de que la infección estaba oculta por la bota del yeso el aspecto del chico no hacía prever que estuviera mal, no había tenido fiebre, no se quejaba, esto ocurrió rápidamente, más entre el jueves y el viernes, momentos en que no lo hemos visto», justificó Gutiérrez.
Explicó que el cuadro del chico era artritis séptica y aseguró que el paciente estuvo atendido por seis profesionales en distintos días y oportunidades; se le pidieron los estudios que correspondían y cuando estuvo mal debió ser internado en terapia intensiva con respirador artificial.
Pese a las explicaciones, el hospital deberá responder ante la justicia, dado que ya se libró el oficio del juez, quien solicitó la historia clínica y los nombres de los profesionales actuantes.
El lunes 25 de abril el niño asistió por primera vez a la guardia médicas con su hermana, por los dolores que le provocó un puntapié que recibió en el tobillo jugando al fútbol. El médico de guardia pidió una radiografía e interconsulta con traumatólogo, además decide hacer una bota de yeso, pero no fue posible concretar esta práctica porque no estaba acompañado de un adulto.
Entonces fue citado el martes 26 y según Gutiérrez «se le coloca la bota corta de yeso, el miércoles 27 viene a control y es visto por dos traumatólogos, pero sin portar la radiografía, por lo que tuvieron dificultades para evaluar porque no habían visto la patología inicial y por otro lado no trajeron la radiografía que le había pedido, o que se hicieran ver por el médico que le habían colocado el yeso, ese miércoles es el último momento que tenemos registrado que haya venido al hospital».
El sábado último el chico ingresa en muy mal estado, con dificultades respiratorias y es internado en terapia intensiva. «Se le colocan aparatos, drogas y antibióticos, se le llama al traumatólogo y al cirujano y retiran la bota que ya estaba muy tumefacta, con pus, el cirujano saca la pus y a las 3 de la mañana del día siguiente fallece», sostuvo el pediatra.
De 12 mil consultas mensuales que se registran en el pediátrico, el 2 % se deben a artritis, cuya patología evoluciona rápidamente si el niño no está bien nutrido.
Julia Ramírez es la madre de Eduardo Daniel, el niño de 12 años que falleció el domingo en terapia intensiva del hospital de Pediatría y denunció al establecimiento sanitario por negligencia. «Mi hijo falleció en tres días, luego de que sufriera una infección interna a causa de una herida, y los médicos no lo atendieron porque estaban de paro», dijo. Ramírez manifestó que el jueves pasado, a la tarde, luego de que su hijo se golpeara el tobillo, lo llevó al hospital, donde le hicieron radiografías y al día siguiente lo enyesaron y le dieron un medicamento para la fiebre y los dolores. «El médico me dijo que regresara el miércoles, y lo llevé a caballito porque no podía caminar. Cuando llegamos estaban de paro y el médico me dio una orden para que le hicieran otra placa, que no le hicieron porque estaban de paro. Entonces volví a llevar a mi hijo al médico que le hizo el yeso y me pidió que esperara porque había mucha gente. Volví al barrio y fui a la salita y no me pudieron atender porque había muchos pacientes y ni siquiera siendo una emergencia lo hicieron», señaló.
