Recibió en el Vaticano a los periodistas de todo el mundo y les transmitió su deseo de proseguir el «afectuoso diálogo». En medio de su visita a Roma, a donde viajó para asistir a la ceremonia de asunción del papa Benedicto XVI, el presidente Néstor Kirchner recalentó la polémica generada por el desplazamiento del vicario castrense Antonio Baseotto. Dijo que su decisión es «irreversible» y aseguró que para el Gobierno ese tema «está terminado».
«Para el gobierno argentino el tema es irreversible y está terminado», dijo. De esta manera, Kirchner le respondió a la Asamblea plenaria del Episcopado, que ayer había salido a defender a Baseotto y había dicho que «la única autoridad competente» para removerlo era la Santa Sede.
En tanto, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, quien también viajó a Roma, respaldó la decisión del Gobierno ya que -según dijo- él «hubiera hecho lo mismo». «El Presidente tiene el derecho de decidir quien no puede estar» en ese cargo, opinó.
La polémica se inició un mes atrás, cuando el obispo castrense cuestionó duramente al ministro de Salud, Ginés González, García por su posición a favor de despenalizar el aborto y de la distribución de preservativos.
Molesto con el tema, Baseotto escribió una carta donde criticaba al ministro de Salud. Pero lo que provocó la reacción del Gobierno fue que en ese escrito el obispo recurrió a una cita bíblica en la que insinuaba que por su pensamiento habría que «colgar del cuello (del ministro) una piedra y tirarlo al mar».
Kirchner llegó hoy a la ciudad de Roma, a las seis (hora argentina), para participar de la entronización del papa Benedicto XVI junto a un centenar de delegaciones extranjeras.
Arribó al aeropuerto de Fuimiccino luego de doce horas de viaje, acompañado, entre otros, por su esposa, la senadora Cristina Fernández; el ex presidente Raúl Alfonsín; el jefe de Gabinete Alberto Fernández; el canciller Rafael Bielsa; el ministro del Interior, Aníbal Fernández y el gobernador bonaerense Felipe Solá.
No obstante, sólo cinco integrantes de la comitiva podrán estar en el palco oficial, junto al resto de las delegaciones. Además del Presidente y de su esposa, nuestro país estará representado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por el canciller Rafael Bielsa y por el ex presidente Raúl Alfonsín.
En declaraciones a radio Mitre, el gobernador bonaerense admitió que Kirchner hizo algunos chistes sobre política y sobre la interna de la provincia durante el viaje a Roma. Además dijo que no hubo charlas sobre política y destacó la presencia de Alfonsín, con quien tuvo una breve conversación.
Con respecto al nuevo Papa, el gobernador Solá aseguró que «el tiempo dirá cómo es el papado de Ratzinger». «Hasta ahora es una incertidumbre», admitió. Asimismo, recordó que Juan Pablo II «era como el padre de todos» y que «fue el Papa de las multitudes». «Ahora habrá que ver si él (Ratzinger) hace lo mismo o se dedica a ser un estadista del Vaticano», agregó. (Clarín).
