El carnicero se negó a declarar y sigue preso

Esta semana deben declarar varios testigos. Desde el Juzgado de Instrucción 1 ordenarán una serie de medidas. Luego harían una reconstrucción del hecho. El carnicero Miguel Angel Pereyra se negó a dar su versión de los hechos que finalizaron con la muerte de un joven de 22 años en una villa de la Chacra 252 de Posadas.
El imputado sigue alojado en la Seccional Sexta a disposición del juez de Instrucción Horacio Enrique Gallardo.
Fuentes judiciales dijeron que esta semana comenzará con el proceso de judicialización de los testimonios recogidos en el lugar por la Policía.
Si existen versiones contradictorias, desde el Juzgado ordenarían la reconstrucción del homicidio, fundamentalmente para conocer la ubicación de los testigos y la iluminación que hay en el lugar.
Es que el caso podría derivar en un homicidio con exceso en la legítima defensa, figura legal que le permitiría al imputado recuperar la libertad.
Por lo pronto, se sabe que Pereyra regresaba preocupado a su casa porque su esposa, Ester Páez lo había alertado sobre las amenazas que momentos antes habría proferido la víctima, Martín Gustavo Barrath, de 22 años.
El muchacho había concurrido al kiosco de Pereyra con una garrafa robada que pretendía dejar como pago de un litro de vino y una botella de Coca Cola.
Páez, quien se encontraba con sus hijos de uno y cuatro años, se negó a recibirle la garrafa, situación que enfureció a Barratah, de acuerdo con al investigación policial.
La víctima amenazó con incendiar el local y luego se retiró con sus amigos.
La mujer le pidió a su pareja que regresara porque temía por su integridad física.
Cuando Pereyra ingresba en la villa con su moto llevando como acompañante a su amigo Claudio Kisel, Barrath habría intentado derrivarlo con una patada.
En esas circunstancias el hombre sacó un cuchillo y le asestó un puntazo al agresor, que falleció antes de recibir atención médica.
Por temor a represalias, la familia Pereyra abandonó la villa.