Se trata de un centenar de familias asentadas en la zona de Colonia Aeroparque y Nemesio Parma, a 20 kilómetros del casco urbano. Conformaron una asociación que canaliza la ayuda oficial.
En escala. Con apoyo técnico los productores esperan apuntalar la calidad y aumentar el volumen en sus huertas
«Queremos demostrar que en Posadas hay productores», es la frase que utilizan los pobladores para definir el proyecto que involucra a unos 100 habitantes de la zona de Colonia Aeroparque y Nemesio Parma, ubicada en el límite oeste de la ciudad y a unos 20 kilómetros del casco urbano.
La iniciativa surgió de los pobladores y encontró eco en la Subsecretaría de Producción Agraria y Mercados, que el año pasado suscribió un acuerdo con la Municipalidad.
A partir de allí, el organismo de la cartera agraria entregó semillas, material de riego y dio el puntapié inicial para la construcción de pequeños invernáculos, que les permitirá conseguir verduras y hortalizas en mayor volumen y calidad.
«Empezamos hace cuatro meses y esperamos repuntar porque la sequía terminó con todo», subrayó Mario Sosa. que preside la Asociación Civil Granjeros Posadas Productivos, integrada por 70 socios.
Para llegar a la zona hay que atravesar el nuevo puente del Acceso Oeste sobre el arroyo Mártires. Las primeras parcelas están recostadas sobre el arroyo. Son 33,5 hectáreas donde se asientan 28 productores. El resto se distribuye más hacia el oeste, donde también florecen las olerías (fábricas de ladrillo) que abastecen a buena parte de la construcción de la capital misionera.
Tres décadas
La familia Montórfano fue una de las elegidas para desarrollar el proyecto de pequeños invernáculos. Entre partidas y regresos suman 30 años de residencia en la zona. «Siempre fuimos verduleros y vendemos en la feria franca de Villa Cabello, pero hace como seis fines de semana que no vamos porque no tenemos nada», explica Olga Ester.
Su esposo, Carlos Antonio, es jubilado de la Cámara de Diputados y también disfruta de la horticultura. Ocurre que con el fruto de su parcela apuntalaron la crianza de sus hijos, entre los que se cuenta un sacerdote, un agrónomo y una militar. «Para nosotros es muy importante el invernadero y también la provisión de agua para las plantas», dice este productor suburbano.
Paso a paso
A la charla se suma el ingeniero agrónomo Eduardo Reyes que, por lo menos una vez por semana, recorre las huertas para asesorar a los productores.
«La idea es trabajar con esto módulos para que aprendan a manejar los invernaderos y los plantines, sobre todo en época invernal. Que sepan pasar esos plantines a campo, media sombra porque ese tipo de cultivo es lo que mejor saben hacer», explica el profesional, que se define como especialista en invernaderos y cultivos forzados.
Reyes pertenece al plantel del Instituto de Previsión Social y fue afectado a la Subsecretaría que ocupa Julio Mazzanti, la que depende directamente del Ministro del Agro, Alex Ziegler. «Ellos están al tanto de este proyecto y estuvieron varias veces acá», aclara.
Después explica las ventajas del cultivo con invernaderos. «En acelga, por ejemplo, a campo se tiene el primer corte en 50 a 55 días, mientras que en invernadero se da 31 a 32 días. Y 15 días es mucha plata», remarca entusiasmado.
Parece increíble. Pero con el río Paraná a pocos metros estos productores perdieron prácticamente todo por falta de riego para combatir la sequía de los meses pasados.
Para garantizar la provisión de agua la Municipalidad de Posadas tiene pendiente una perforación, que beneficiará a un grupo.
Los otros horticultores contarán con paulatinamente con tajamares, que la Dirección Provincial de Vialidad se comprometió a excavar durante los próximos días.
«Con estos estanques tendrán agua para el riego, tanto para los plantines en el vivero, como para el cultivo a campo», explica Reyes.
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