Consecuencia directa del que se vayan todos de 2001

Una encuesta nacional de Gallup, en las elecciones pasadas, reveló sobre una muestra de 1.169 entrevistas domiciliarias, que existe un marcado rechazo al sistema de «listas sábanas», ya que el 70% de la opinión pública sostuvo estar de acuerdo con la eliminación, mientras que sólo un 7% respondió que las nóminas electorales deberían quedar tal como están.
El sistema unipersonal es bastante exitoso en Gran Bretaña, donde el territorio es pequeño y la población muy elevada. Ello permite mayor conocimiento personal de los políticos. Allí, además, una Cámara representa a las estructuras de la monarquía y otra a la opinión de los ciudadanos (Cámaras de los Lores y de los Comunes, respectivamente).
Pero en todos o casi todos los países con sistema uninominal de elección, la mayoría de la gente conoce poco sobre el candidato al que vota. Éste se propone sobre todo como persona individual, no como miembro de un partido, fenómeno que es espectacular en el interior de Brasil.
El presidente Perón introdujo el sistema uninominal en la Argentina durante su segundo mandato, y la mayoría de los ciudadanos porteños sabían a quién votaban.
Pero en grandes extensiones del país, los representantes de los caudillos eran poco expresivos de alguna corriente de opinión.
Se puede argumentar que también ahora un alto porcentaje de personas no sabe a qué diputados vota, más allá de los dos o tres primeros puestos de una lista.
Pero con este sistema cobraron fuerza los partidos, que ahora están atravesando una gravísima crisis.