Tareas amenazadas por falta de ayuda

En un lugar se fabrica antídotos contra venenos y en el otro embalsaman animales. Ninguna de las dos tareas recibe ayuda oficial y por eso podrían cerrar. Oberá. Con gran cantidad de especies entre reptiles y anfibios, además de ser un atractivo turístico, el Centro Zootoxicológico cumple una importante función social con atención de noxias por accidentes con insectos, arañas o animales venenosos desde el año 86. Hoy el lugar «está funcionando a pulmón», contó el doctor Alejandro Urs Vogt, titular de la institución.

«Tuve varias reuniones con autoridades municipales pero nunca se solucionó nada. N ecesitamos personal, además de ayuda económica, porque de seguir así, deberemos cerrar el lugar», dijo.

«Nos habían prometido cuatro personas pero no tengo nada en concreto. Sinceramente no puedo más, son muchos insumos los que se necesita para mantener y mucho esfuerzo», confesó el especialista.

El lugar es imponente, dividido por sectores, con cascadas de agua y hábitats especialmente preparados para cada animal.

«Aquí se saca el veneno de varias serpientes para elaborar los antídotos, además del veneno de cascabel para elaborar la crotoxina. Mucha gente visita el lugar para aprender y conocer, incluso las escuelas», dijo Vogt.

Sostuvo que «ahora pretendemos inaugurar un sistema de visita guiada electrónicamente, el recorrido por el mini zoológico dura unos 40 minutos donde incluso se explica como se extrae el veneno».

«Lamentablemente, hoy todo lo tengo que solucionar yo solo. Por lo pronto, si me veo muy presionado tendré que cerrar el lugar, a pesar de que es mi verdadera pasión», contó. Vogt lleva 43 años estudiando serpientes.

Sin embargo, el médico también manifestó que «tengo cifradas esperanzas en la gente que siempre me apoyó y valoró este trabajo y que ya en muchas ocasiones salieron a sostenerme .

Animales que parecen reales

Un yaguareté de proporciones considerables mira fijo a los visitantes, al lado unos ositos meleros parecen pelar entre sí, mientras un gato tirica se lleva un ave en la boca. Todo parece real pero no lo es. Son animales embalsamados que permanecen en el domicilio de Ramón Mambrín, taxidermista desde el 68 y museólogo, quien trabajó durante diez años en el Museo de Ciencias Naturales de la Municipalidad, hoy está inactivo.

«Hoy estoy retirado de Gendarmería y hago la labor de taxidermista en mi casa, aunque me gustaría mucho reanudar mi trabajo en el museo con las especies que se pueden proteger y preservar, aportar conocimiento a los chicos, enseñar», comentó Ramón Mambrín.
Después de trabajar diez años al frente del Museo de Ciencias naturales de la Municipalidad lo dejaron cesante, y su obra casi se pierde.

«Logré retirar a mis animales embalsamados y los traje a mi casa, pero hay muchas especies que se perdieron», contó. «A este Intendente y el anterior le presenté un proyecto y nunca obtuve respuestas, no les interesa el rearmado del museo e incluso algunos me comentaron que hay muchas especies que están en malas condiciones en el museo del Parque», dijo.

Orgulloso de su trabajo que también realiza a pulmón comentó que «no sé cuantos animales embalsamé, los hago con pasión y esmero, pienso en la forma y la acción que tendrán que simular los animales antes de armarlos y todos tienen definición precisa. En el caso de este yaguareté que me cedió el Ministerio de Ecología para armarlo tuve en cuenta la ferocidad del animal y otros datos», explicó mostrando el animal feroz.

Reptiles, gatos, aves, cuadrúpedos y mascotas en general pueblan su garage. Incluso trabajó con Vogt embalsamando serpientes.

«Muchas veces, estos animales disecados sirven para demostrar cuál es cuál, y así conocer el protagonista de mordeduras», relató

Dijo que «en Semana Santa recibí muchas visitas y todo lo que hago aquí sale de mi bolsillo, como por ejemplo la compra de los insumos. Se utilizan sustancias importantes, drogas necesarias y que son caras».

Caratuló a su trabajo como una pasión «significa dar vida después de la muerte y porque se preservan especies en extinción que tal vez generaciones futuras no las conozcan vivas», indicó finalmente Mambrín.

Otras prioridades

Consultado al respecto, el intendente Ewaldo Rindfleisch señaló que «nosotros nunca prometimos esta ayuda al Centro, aunque sabemos de su trabajo, tenemos también otras prioridades».

Dijo que «también aquí ingresa dinero en otros conceptos que pueden ayudar a mantener al centro, si bien no desconocemos su importancia, en estos momentos no podemos hacer nada más».

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