Mandové Pedrozo y el arte de retratar la memoria misionera

El artista plástico cuenta con 65 años, reside en Posadas y continúa pintando como siempre. Le inspiran la costa, el río, los barcos, las piedras y obviamente la tierra colorada.

Reconocido. Pedrozo se dedica a dibujar y pintar desde muy joven, su primera exposición fue en 1960.

Reconocido. Pedrozo se dedica a dibujar y pintar desde muy joven, su primera exposición fue en 1960.

El artista misionero Mandové Pedrozo se encarga de mantener vigentes las cuestiones típicas de nuestra tierra en sus obras de arte, para evitar que la gente las olvide.
Nació en la localidad de Itacaruaré, creció en Posadas, tiene 65 años y se dedica al arte desde muy joven. Tiene dos hijos grandes, pero actualmente vive solo en Posadas, por lo que se consideró un solitario por elección.
Residió alrededor de quince años en la localidad de Puerto Iguazú, por lo que lamentó el reciente deceso de la doctora Marta Schwarz . «Es una lástima porque Iguazú pierde una gran persona como ella», dijo. Asimismo, desde ese mágico lugar, Pedroso retrató todos los paisajes que pudo, e incluso hizo un gran mural en la CGT que está frente al Club Racing, con motivo de la laguna, de la que ya queda solamente el recuerdo en la memoria de los lugareños. «¡Que lindo era el rancherío y los aserraderos de esa época!. Nosotros pescábamos, va, yo no -sonrió-, se pescaban los bagres en ese lugar», relató con sonrisa pícara.
Autodidacta, el artista no se considera un artista plástico, «lo que sí me gusta es pintar. Pinto todo el día si es posible», indicó. Se dedica también a la terracota en barro y todo lo que sus fuerzas se lo permitan y tenga que ver con el arte, siempre con motivos regionales. Tampoco consideró importante trascender a otros lugares del país, destacando de este modo la importancia que tiene para sí la provincia de Misiones.

Inspiración

Entre sus debilidades a la hora de pintar figuran los paisajes de la tierra colorada, la costa del Río Uruguay y las cuestiones típicas casi desaparecidas en la actualidad.
«Me encanta hacer esas viejitas sentadas, porque antes acá venían mucho de las villenas, y con el tiempo terminó. Te traían los pollos, frutas y tantas cosas en lanchas. No se ven más las viejas con los canastos en la cabeza. Todo eso me fue quedando en el recuerdo, y es eso lo que trato de hacer para que la gente no se vaya olvidando», comentó el artista misionero. Le apasionan también los barcos, la costa, el agua y las piedras, aunque reconoció que nunca fue buen pescador por la falta de paciencia que tiene hasta hoy. «Siempre digo que el día que me muera quiero que me cremen y me arrojen al Uruguay. Sería la satisfacción más grande que puedo tener porque siempre estuve en la costa del agua», señaló. «Yo me sentaba en las piedras y dibujaba, pasaba el día entero en la costa», agregó.

Un privilegiado
«Son pocos los pintores que viven de su profesión, yo prácticamente he vivido de esto. A la gente le gusta mis cuadros en los que retrato las cosas de las épocas de antes, el ‘viejerío’ como dicen, y recuerdan gracias a mis obras», dijo. No se privó de retratar el pedregal y las casitas que habían debajo del anfiteatro. «Me gusta pintar cosas que he vivido», dijo el artista. Con su trabajo y pasión recorrió -y lo continúa haciendo con menos asiduidad- las colonias misioneras
Su primera exposición fue en 1960 en la Secretaría de Turismo de Misiones. Actualmente ya no hace muestras porque los marcos para sus piezas son costosos.
Pedrozo busca, desde su lugar, mantener vivo en la memoria de la gente lo que fue la Posadas de antes.

Sus actividades

Hace poco tiempo, el artista plástico misionero estuvo en Buenos Aires, por pedido del Gobernador, en la Casa de Misiones ya que una de las salas del mencionado recinto lleva su nombre. Tal distinción lo enorgulleció.
«Capaz vaya de nuevo, quieren hacer un gran mural allí. Yo ya estoy buscando temas lindos, quiero poner algunos carros polacos también, porque es una tradición acá», contó.
En estos días tiene que visitar su tierra natal por llamado del intendente de Corpus, para quien se encuentra
En tanto, el artista adelantó que seguirá pintando «mientras viva. Casi me fui la otra vuelta -sostuvo al recordar su último gran problema de salud-. Qué es lo que no tuve! -sonrió-. Fui operado del corazón, me cambiaron una válvula. Ahora me siento bien, pero hay que cuidarse», señaló.
En este sentido, dijo que trata de no andar mucho porque siente mucho cansancio.
El pasado 30 de noviembre el Gobernador Carlos Rovira reinauguró la Casa de Misiones en Buenos Aires, ocasión en la que denominó al salón principal «Mandové Pedrozo» por considerarlo «testigo viviente de las vicisitudes de la provincia desde la plástica y los colores».

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