Hirieron al hijo de Eduardo Rébak para robar tabaco

El desvío de tabaco es una maniobra que ya no sólo es perjudicial para el negocio en su conjunto, sino también puede afectar la salud de los productores.
Eso fue lo que se vio forzado a experimentar Marcelo Omar Rébak el Sábado Santo a la noche en su chacra de San Vicente, cuando desconocidos le perforaron el brazo de un disparo luego de ser sorprendidos en su intento de robar algunos fardos. Se tiró al piso y respondió la agresión, con lo cual logró ahuyentar a los agresores y salvar su vida.
Marcelo tiene 25 años y es el hijo de Eduardo Rébak, el presidente de la Cámara del Tabaco de Misiones. «Ya está fuera de peligro, pero su un susto», dijo ayer aliviado el dirigente agrícola, quien no dudó afirmar que el robo tenía como fin la venta clandestina o desvío del producto.
«A un vecino le robaron 16 fardos de primera calidad y después quisieron entrar a nuestro galpón», añadió. Calculó que a su vecino lo perjudicaron en 500 kilos; es decir en unos 2.500 pesos
Este episodio se produce precisamente en momentos en que empresas y entidades de la producción lanzaron un fuerte campaña contra el desvío de tabaco, que se convertirá el punto de partida de un programa para evitar que esta práctica continúe en las chacras misioneras.
El «desvío» de la materia prima no es otra cosa que producir tabaco con insumos de una empresa y venderlo a otro acopiador.
En su afán por conseguir el tabaco para esta tipo de maniobras algunos llegan al extremo del robo, de la delincuencia, como el caso de los agresores que atacaron las chacra de los Rébak en la noche del Sábado Santo.

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