Mil litros de leche de soja diarios para abastecer a comedores y escuelas

En conjunto con la facultad de Ingeniería de Oberá, la cooperativa Cainguás, de Aristóbulo de Valle, generará mil litros de leche de soja diarios para abastecer a comedores comunitarios y escuelas con bajos recursos. La idea es reforzar la alimentación de los niños con una producción local que apunta incluso a su autobastecimiento, cuando los productores cosechen la soja de sus plantaciones.

Edificio de la fábrica de leche de soja	En este lugar se producirán mil litros diarios de leche y subproductos comestibles.

Edificio de la fábrica de leche de soja En este lugar se producirán mil litros diarios de leche y subproductos comestibles.

La fábrica está ubicada a pasos de la sede de la cooperativa y está construida de tal manera que no solamente producirá leche sino que además se elaborarán productos derivados de la soja como hamburguesas, milanesas y pizzas. A partir de la venta de esos productos, los responsables de este emprendimiento solventarán en parte los gastos que demanden los mil litros de leche que se obtendrán por día.

Uno de los objetivos es que los chicos tomen la leche y la disfruten, por eso desde la cooperativa se hará todo lo posible para distribuir el alimento saborizado.

Paso a paso

Para que este emprendimiento productivo se haga realidad, los responsables firmaron un acuerdo con la facultad de Ingeniería, que aporta la tecnología. Paralelamente rubricaron otro convenio, esta vez con el Ministerio de Educación, para «rescatar partes de una planta de leche de soja que estaba abandonada. Nosotros las reacondicionamos y después logramos que el Gobierno provincial colabore con algo de dinero para construir el edificio», explicó el gerente de la cooperativa eléctrica José Garay.

Otra apuesta que se puso en práctica es el inicio de plantaciones de soja en la zona, para «no tener que salir a comprar la materia prima a otro lado; aunque tuvimos mala suerte a causa de esta sequía monstruosa. De todas maneras, la idea es reciclar todo en el municipio o en la zona para que esa plata no se vaya a otro lado», puntualizó Garay.

Centralizar todo

En la cooperativa entienden que actualmente es una necesidad lograr que la mayor cantidad de dinero circule dentro del mismo municipio. Si esta meta se logra, Aristóbulo del Valle tendrá importantes posibilidades de crecimiento, pues actualmente -el 70 por ciento del dinero llega- se va afuera.

Incluso la realidad habla de apenas unos pocos productos que se producen y consumen en Aristóbulo, pues la mayoría llega de otros puntos de la provincia y del país.

Garay aspira a «tener un frigorífico para matar nuestros animales y venderlos en nuestro mercado; tener el procesamiento de la soja, ponerla en el mercado y venderla, así sería realmente una economía regional, ya que de otra manera se vive solamente de la coparticipación, que nunca alcanza».

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