El Gobierno sale a vigilar que se cumplan los acuerdos de precios

Economía dijo que harán un seguimiento diario de los precios para ver si se cumplen los acuerdos de rebaja en los cinco cortes de carne más populares, en el pollo y en algunos lácteos. El Gobierno quiere asegurarse que los acuerdos de precios pactados hasta ahora con los supermercados, carnicerías y productores de lácteos se cumplan a rajatabla y le lleguen al consumidor. Para eso, el Ministerio de Economía anunció que a partir de mañana realizará un «seguimiento diario» de precios para monitorear en la góndola que las rebajas acordadas se reflejen en los precios finales.

Así se lo dijo a Clarín el subsecretario de Programación Económica, Sebastián Katz, precisamente uno de los funcionarios encargados de pilotear las negociaciones con el sector privado para contener la suba de precios.

—¿Qué alternativas manejan si las rebajas pactadas no llegan al público?

—Hoy la política económica tiene mucho margen de maniobra. Hicimos un acuerdo con los supermercados, que ya se está cumpliendo, y luego con las carnicerías, que llegará a los mostradores esta semana. A partir del lunes vamos a hacer un seguimiento diario de precios para monitorear si estos acuerdos se están cumpliendo.

—¿Y si no se cumplen? ¿Podrían aplicar sanciones o disminuir la devolución del impuesto a las exportaciones?

—Estamos convencidos de que el sector privado puede garantizar el cumplimiento de los acuerdos, hay mucha conciencia de la necesidad de abortar a tiempo cualquier proceso de indexación. Y si no fuera así vamos a poner en práctica otras medidas para que, por ejemplo, la mejora de los precios internacionales no derive en una suba de los precios internos.

—¿Podría haber bajas puntuales en el IVA para bajar el precio final de los alimentos?

—No tenemos prevista ninguna modificación inmediata en materia de tributación al consumo.

Todos los esfuerzos del Gobierno están enfocados a frenar la suba de precios antes de que cause males mayores al bolsillo de los asalariados. En dos meses los precios al consumidor ya subieron 2,4% y se cree que en marzo podría sumar otro 1%. Si la tendencia no se revierte rápido, la proyección oficial de una inflación máxima del 10,5%, que baja al 8% en el caso del Banco Central, podría ser desbordada. En ese sentido, Katz intenta ser categórico: «No vamos a convalidar una inflación de dos dígitos.»

En los últimos 15 días, el Gobierno cerró acuerdos para que bajen los precios de la carne, el pollo y los lácteos, aunque las asociaciones de consumidores se quejan de que esa reducción aún no llega a los mostradores. «Aspiramos a que estos acuerdos permitan que los precios retrocedan y esto tendría que provocar una desaceleración importante del índice de precios», dice Katz.

—¿Con estos acuerdos, la inflación de abril no llegaría al 1%?

—No queremos anticipar los resultados. Creemos que la baja acordada con el sector lácteo estará llegando al público la semana próxima. Pero está claro que la inflación de marzo va a dejar un arrastre para el mes próximo.

—¿Van a continuar con esta política de acuerdos?

—Es posible que en los próximos días avancemos con otros productos dentro del rubro alimentos y bebidas. Y también estamos en conversaciones con los fabricantes de artículos de limpieza y tocador. Además estamos en tratativas con los mayoristas que proveen de insumos a los fabricantes, por ejemplo, los productores de hojalata para envases.

—¿Temen que la inflación se escape por encima del techo presupuestado del 10,5%?

—Queremos actuar antes de que se creen expectativas inflacionarias. No vemos peligro de un aumento permanente en la inflación; son subas transitorias. Lo que ocurre es que los salarios, que hasta ahora estaban contenidos por los altos índices de desocupación, se están recuperando. Y hay subas de tarifas mayoristas de servicios públicos, que también impactan. Como la economía está en crecimiento, los productores y los comerciantes ahora tienen más espacio para aumentar los precios.

—¿Por qué ahora Economía rechaza los aumentos de salarios generalizados que impulsaba hasta hace un año?

—Durante una primera etapa, los aumentos por decreto cumplieron un rol importante. Pero ahora tienden a presionar sobre los precios. Por eso los salarios tienen que subir de acuerdo a la productividad y a la rentabilidad de cada sector. (Clarín).

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