Candé se ahogó en su desorden

El equipo misionero comenzó ganando, pero una vez que los tucumanos llegaron al empate, se mostró desorientado y sin un esquema de juego que le permitiera dar vuelta la historia

Atlético Candelaria empató ayer por la tarde con Ñuñorco de Monteros, Tucumán, 1 a 1 y comprometió su permanencia en la Reválida del Campeonato Argentino A de fútbol.

El partido se jugó en el estadio de Guaraní Antonio Franco, ante escasa cantidad de espectadores y, sobre el final, volvieron los abucheos contra el técnico Rubén Runke, quien dejaría de ser el conductor del plantel en las próximas horas.

Candelaria se puso en ventaja rápidamente, a los nueve minutos del primer tiempo, cuando Manuel Sánchez Ocaña capitalizó un pase de Richard Núñez, quien previamente había sido asistido por Carlos Vicente.

Era para ilusionarse, pues los tucumanos recién llegaron con peligro a los 14 minutos, cuando un cabezazo de Maza fue devuelto por el palo derecho de Regules.

Insistió el conjunto local: se lo perdió Sánchez Ocaña y después Vicente no pudo definir tras una cesión de Long.

Con rápido desplazamiento en el mediojuego, Ñuñorco comenzó a gravitar en ese sector con una muy buena tarea de Pedraza.

A los 33 minutos llegó el empate: Candé jugó al offside, quedó enganchado Bauza y Maza no perdonó ante la salida de Regules.

En el complemento Candelaria hizo el desgaste y se fue a buscar la victoria pero sin un patrón de juego definido. El equipo visitante, bien parado atrás, con una sólida tarea de Daniel Molina y Rubén Luna, se arreglaba como para despejar los ataques albirrojos.
Luchaba De Filippi; se ofrecía Long y Vicente y Sánchez Ocaña las corrían todas, pero el desorden se impuso a las ganas.

Atrás Candelaria sufría con los contragolpes vía Ibáñez o Maza y, además, Pedraza moviéndose de derecha a izquierda o viceversa se desmarcaba permanentemente y se constituía en el motorcito de Ñuñorco.

El final llegó con esa tónica: Candelaria en la desesperación y los tucumanos aguantando un resultado que, sin dudas, lo pone en mejor plano para el partido revancha que habrá de jugarse en la pequeña provincia el próximo fin de semana.

El rostro de desasosiego de los aficionados cuando se iban de la cancha lo decía todo. Candelaria quiso, pero otra vez no pudo y su futuro en la Reválida del Argentino A se presenta como incierto.

¿Se va Runke?

Una vez más los parciales de Atlético Candelaria descargaron su desazón con el técnico albirrojo, Rubén Runke.
Al término del encuentro los abucheos hicieron sentir la disconformidad de los aficionados para con el entrenador.
Versiones previas al partido con los tucumanos indicaban que el entrenador quería irse con una victoria y, si Candelaria ganaba, lo iba a dirigir en Tucumán por última vez.
Ahora con el 1 a 1 habrá que ver que actitud toma Runke.

Regules volvió a ser la figura

De la actuación de los jugadores de Atlético Candelaria, una vez más el arquero Fernando Regules (7), ocupó el primer lugar en el podio con una actuación que prácticamente no tuvo fisuras.
Federico Pomba (5): ganó y perdió con el puntero izquierdo de los tucumanos. No se proyectó casi nunca.
Oscar Bauza (6): firme en la marca, se «durmió» en el gol de Ñuñorco, habilitando a Maza.
Silvio Giovenale (4): está peleado con la pelota. Gana de arriba pero cuando debe salir jugando no le da destino seguro al balón.
Gastón González (3): lejos de ser el mediocampista que brillara. Aportó poco y nada.
José De Filippi (5): es evidente que siente el desgaste de tantos partidos, no tuvo la movilidad de otros encuentros.
Luis Figueroa (5): no tuvo mucha recuperación y también entró en el desorden colectivo de su equipo.
Richard Núñez (5): no juega en su puesto y lo siente. Tampoco se hizo sentir en la ofensiva.
Marcelo Long (6): en el primer tiempo lo marcaron bien. En la etapa complementaria encontró los espacios e intentó ser el conductor de un equipo desorientado.
Manuel Sánchez Ocaña (6): bien en el gol. Aguantó a su defensor y cuando se acomodó, sacó el remate que se fue al fondo del arco visitante. Después también entró en la desesperación.
Carlos Vicente (5): otro que ha sentido el rigor de la campaña. Se lo vió cansado y alternó buenas y malas.
Diego Kosachek (5): reemplazó a Figueroa y aportó lo habitual en él, despliegue y lucha.
Bruno Chapay (-): jugó muy pocos minutos.

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