Alertan a turistas argentinos sobre el mal de chagas en Brasil

El Ministerio de Salud lanzó la advertencia a quienes lo ingirieron en el verano en Santa Catarina. Pero el Gobierno porteño delimitó la consulta para los que lo tomaron en los últimos 20 días y tengan síntomas. Los turistas argentinos que en el pasado verano bebieron jugo de caña de azúcar en las playas brasileñas de Santa Catarina deben ir a un hospital para ser examinados, ante el riesgo de que se hayan contagiado el mal de Chagas, informó el Ministerio de Salud.

Quienes visitaron esa región pero no tomaron la típica bebida brasileña, hecha con caña de azúcar y agua, «no están en riesgo», aclaró el director nacional de Epidemiología, Hugo Fernández.

Por su parte, la Secretaría de Salud porteña acotó aún más la recomendación, aconsejando la consulta médica sólo a quienes tomaron ese jugo en los últimos 20 días, en Santa Catarina, y sufrieron fiebre, decaimiento y dolores musculares.

En Brasil, la infección con el parásito que causa el mal de Chagas ya provocó cinco muertes, mientras otras 16 personas permanecen internadas, y 169 esperan el resultado de un examen de sangre, luego de sufrir los síntomas de la enfermedad.

Este jueves de Semana Santa, Brasil había advertido a los gobiernos de Argentina, Uruguay y Paraguay que los turistas de estos países que pasaron por el sureño Estado de Santa Catarina, cuya capital es Florianópolis, podrían haber estado en riesgo de contraer el Chagas por vía oral.

El titular de Epidemiología, Hugo Fernández, agregó que envió «un alerta epidemiológico a todas las provincias para que reporten cualquier caso» de este mal que se pueda registrar «en estos días».

La forma habitual de la contaminación es por la picadura de la vinchuca, un insecto también conocido como «chinche gaucha», que transmite por medio de sus heces el «Tripanosoma cruzi», el causante de la enfermedad. Pero el año pasado —como anticipó Clarín— investigadores brasileños demostraron que es posible el contagio del Chagas a través de bebidas y comidas.

Ahora, el gobierno de Brasil informó que los infectados contrajeron el Chagas «por caldo de caña de azúcar cerca de Florianópolis».

Con la caña, los brasileños preparan un jugo llamado «caldo de cana» o guarapo que se vende por la calle muy frío para calmar la sed y a un precio muy bajo. La molienda es una escena típica del verano en playas brasileñas, pues una máquina tritura la caña mientras el jugo se escurre por una canilla, de la que suelen beber los turistas.

El foco de la contaminación fue localizado por las autoridades sanitarias al costado de la autopista catarinense BR-101, entre las ciudades de Tijuca y Joinville.

Los especialistas informaron que el contagio por vía oral es más grave que el producido por la picadura de un insecto, pues se propaga con mayor rapidez y causa más daño. La transmisión de la enfermedad por la picadura de la vinchuca demora décadas en causar daños en el corazón, esófago, pulmones y riñones.

Las autoridades indicaron que no se puede hablar de epidemia ya que el mal de Chagas se encuentra bajo control, pero recomendaron que las personas que tomaron caldo de caña en febrero en Santa Catarina acudan a un centro médico para determinar si tienen o no la enfermedad. El Ministerio de Salud recomendó que quienes tomaron el jugo de caña acudan a un servicio de salud y comenten que consumieron esa bebida, sin esperar tener síntomas como fiebre, dolores musculares y de cabeza, propios de la enfermedad. (Clarín)

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