A 29 años del golpe militar que instauró en el país un gobierno de facto y dejó miles de muertos, se conmemora hoy el Día Nacional por la Memoria y la Justicia. En Posadas se realizarán diversas actividades para recordar los sucesos de finales de la década del 70 y apoyar la tarea de quienes siguen buscando a sus parientes desaparecidos.
Carmen Aguiar de Lapacó pasó por situaciones terribles y en muchos casos sintió temor. Hoy, con sus casi 80 años a cuestas, esta madre de Plaza de Mayo (Línea Fundadora) enfrenta otro miedo: que toda la lucha se pierda. «El tema de la memoria es fundamental. El día que yo me muera. ¿Quién sigue detrás mío?», dice con inquietud en la voz. En seguida, se consuela y aclara que aún y a pesar de la pérdida de generaciones enteras como consecuencia del plan orquestado por los militares, la lucha por los derechos humanos brota en los más jóvenes. «Se están formando grupos como Hermanos, tenemos en los Hijos otro eslabón más y se están juntando también algunos sobrinos», indica.
Lapacó llegó ayer a Posadas para formar parte de los actos conmemorativos que se realizarán hoy, por el aniversario 29 del golpe de estado de 1976, que colocó a los militares nuevamente en el gobierno nacional. Lapacó tomó contacto con la prensa en una conferencia, en horas del mediodía, después saludó a algunos posadeños que se habían reunido en la plaza 9 de Julio para protestar por mejoras salariales.
Ella es madre de una desaparecida y forjadora del movimiento de derechos humanos forjado durante la dictadura. Sanjuanina, profesora secundaria, Carmen tenía 52 años y había enviudado hacía cuatro cuando el 17 de marzo de 1977 desapareció Alejandra Mónica, su única hija. Junto a ella se llevaron a su novio.
Si tiene que hacer un balance del trabajo de las Madres de Plaza de Mayo. ¿Qué diría?.
Éramos un grupo de mujeres que estábamos desesperadas buscando a nuestros hijos. Nunca pensamos que estaríamos tantos años con esa lucha, perseguidas por la Policía.
Sabemos que a nuestros hijos no los hemos conseguidos, pero sí logramos que se pararan las desapariciones. Al principio había mucho miedo, pero ahora hay más conciencia, sobre todo los jóvenes que son los que están más ansiosos de saber lo que pasó en esos años. Ahora aparecen chicos que nos escuchan en las escuelas, universidades y a partir de allí sus padres se animan a hablar. Me tocó ir a un colegio en donde un alumno de quinto año, me contó que a raíz de la charla comentó el tema con su mamá y recién allí ella se animó a relatar que tenía una prima desaparecida.
La perseverancia ha hecho que nos conozcan en muchos lados, pero no somos heroínas, sino sólo madres.
Nuestras esperanzas están en los Hermanos y en los Hijos y ahora hay un grupito muy chiquito de Sobrinos. Ellos serán quienes nos reemplacen cuando ya nosotros no estemos más.
¿Cómo le cae los casos de militares que no son condenados en un juicio?
La falta de juicio es terrible. Pero, en el caso de Eduardo Emilio Massera, que esté así es importante. Yo no les deseo la muerte, pero sí que estén así (y no me digan que soy mala) y que sientan sufrimiento, que tengan vergüenza de salir a la calle. Ellos están en su prisión dorada que es su casa, pero se asoman a la calle y son repudiados. Pero seguimos luchando por verdad, justicia y sobre todo ahora memoria.
¿En qué estado están los juicios por la verdad?
Estamos tratando de que se conviertan en procesos reales, porque como se anularon las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Yo tengo la causa 450. Es decir, buscamos condenas efectivas y no sólo conocer la verdad.
Hoy se cumple un año del anuncio de la construcción del Museo de la Memoria en la Esma. ¿Avanzó la obra?.
Están desocupados algunas partes del predio. Mientras tanto, en un lugar, entre las columnas, y donde estaba el lugar de los oficiales y que era donde se torturaba a la gente, estamos por instalar unas siluetas en homenaje a los desaparecidos. Estarán hechas de un material indestructible. Madres ya tenemos a tres escultores famosos.
De a poco, nos estamos posicionando de la Esma.
¿El juicio al ex militar Adolfo Scilingo en España viene a reparar la impunidad en la Argentina?.
Es una reparación que se hace en el exterior, cuando tendría que hacerse acá. Eso es lo que nosotros buscamos.
Justo en ese momento, Lapacó recordó al ex marino Alfredo Astiz. «Él estuvo con nosotras. Yo lo tuve del brazo«, indicó. Sucede que Astiz en un primer momento se infiltró entre las Madres para «marcar» a algunas de las luchadoras. «Pensando que era uno de los nuestros lo protegimos y le pedíamos que no dé vuelta a la plaza. Después, ustedes saben, desaparecieron algunas madres», cuenta.
Después, Lapacó tuvo la oportunidad de reencontrase con Astiz. Fue en el juicio que se le hizo al ex marino. «Cuatro madres estábamos sentadas muy cerca y cuando lo declaran inocente le gritamos asesino. Nosotras, terminamos presas por el desorden y él quedó en libertad. Son las ironías de la vida», reflexionó.
La pose de Carmen Lapacó cambia, cuando habla de los nietos recuperados. Los ojos se le iluminan al decir que ya son 80 los chicos recobrados.
«Ustedes se acuerdan que el año pasado, cuando nos entregaron la Esma, se presentó Juan, un chico que nació allí y estaba eufórico al contar su historia», dijo. «Ése es un muy buen trabajo que hacen las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes rastrean los datos para corroborar las identidades», relató.
«Es importante que exista la memoria de lo que pasó. Yo sé que por sí sola no garantiza que no vuelva a suceder, pero tengo la esperanza de que la lucha y la inmolación de nuestros chicos sirvan de algo», explica finalmente Lapacó, quien no se cansa de repetir una y otra vez lo que pasó, aunque eso le signifique revivir el dolor de la muerte de su hija Alejandra Mónica. Es que Lapacó sabe que la única posibilidad de que la Argentina no cometa los mismos errores del pasado es recordar la historia.
Hace 29 años
El 24 de marzo de 1976, Isabel Perón fue detenida y trasladada a Neuquén. La Junta de Comandantes asumió el poder, integrada por el teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Eduardo Emilio Massera y el brigadier general Orlando Agosti. Videla fue designado presidente.
Para no olvidar lo que comenzó a ocurrir hace 29 años, el Servicio Paz y Justicia y Memoria Abierta realizarán una serie de actos recordatorios hoy a las 18 en la plaza 9 de Julio. En la oportunidad, se anticipará la muestra gráfica XX Años del Nunca Más; presentarán el libro 78, el Otro Mundial de Jorge Luis Lavalle, hablará Carmen Lapacó y se proyectarán videos.
