El Gobierno afrontará desde la próxima semana un difícil capítulo en su ofensiva para controlar la suba de precios de los alimentos, cuando intervenga para fijar un nuevo valor de la hoja de yerba mate, medida que impactará sobre los bolsillos de los consumidores.
El Gobierno afrontará desde la próxima semana un difícil capítulo en su ofensiva para controlar la suba de precios de los alimentos, cuando intervenga para fijar un nuevo valor de la hoja de yerba mate, medida que impactará sobre los bolsillos de los consumidores.
El sector de la yerba mate atraviesa un período conflictivo por la decisión del sector primario de la provincia de Misiones de exigir un aumento del 30% en el valor de la hoja verde que vende a las industrias. En la actualidad, los productores reciben $ 0,31 por kilo de materia prima, un valor muy superior a los $ 0,04 que cobraban en 2003. Sin embargo, sostienen que en 2004 hubo un aumento importante de sus costos, principalmente en salarios, por lo que ahora demandan recibir $ 0,40 por kilo de hoja verde.
Desde que se planteó el reclamo, las industrias sólo aceptaron ajustar un 10% los valores y advirtieron que un aumento desmesurado como el que pretenden los yerbateros llegará a las góndolas y hará caer el consumo. En el Gobierno siguen el conflicto con preocupación y temen que la yerba se sume al grupo de alimentos que vienen presionando el índice de inflación en lo que va de 2005.
Desde finales de 2002 existe el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), organismo que, entre otras cosas, tiene la función de establecer el precio que los productores recibirán por la materia prima. Aunque está integrado por actores de toda la cadena yerbatera, desde su creación fue muy utilizado con fines políticos por el sector primario y las industrias dicen sentirse rehenes de sus decisiones.
El próximo lunes se realizará la última reunión prevista del directorio del INYM donde deberá decidirse por unanimidad el precio de la hoja verde para los próximos seis meses. Pero se da por descontado que no habrá acuerdo. «Es difícil que lleguemos a un entendimiento porque son muy lejanos los valores que manejan las industrias y los productores», dijo Pedro Angeloni, director titular del organismo.
Frente a este escenario, será el secretario de Agricultura, Miguel Campos, quien deberá laudar y tomar una decisión que, sea cual sea, impactará en el valor de la canasta básica alimentaria. Según datos de la Dirección de Alimentos de esa cartera, en la Argentina más del 80% de la población utiliza yerba mate y se consumen 6,4 kilos de yerba anuales por habitante. De esto se desprende que cualquier suba golpeará los bolsillos de los consumidores.
El Cronista
