En medio de la polémica nacional, el obispo de Posadas politizó el tema a pocos meses de las elecciones legislativas.
Polémica. El Obispo Martínez avivó la llama del debate sobre la salud sexual.
El Obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, lanzó una fuerte advertencia política en vísperas de una nueva campaña electoral: llamó a no votar a los candidatos o legisladores que «propician el aborto».
Martínez afirmó -luego de participar de la Conferencia Episcopal Argentina- que la vida del bebé no es parte del cuerpo de la madre, y que se trata de una vida autónoma. «El aborto equivale a destruir una vida por nacer y se trata de uno de los crímenes más terroríficos de nuestra época», agregó el titular de la Diócesis de Posadas. La polémica fue instalada en momentos en que tanto la Nación como el resto de los obispos argentinos intentó bajarle el tono a la discusión después de que el Presidente decretara la anulación de la designación de Antonio Baseotto como obispo castrense, tras sugerir tirar al mar al ministro de Salud, Ginés González García, quien es el mayor impulsor del debate.
En Misiones, el debate había sido instalado hace dos años con una ley de Salud Social Reproductiva, que fue frenada por la misma Iglesia y que pretendía, entre otras cosas, entregar preservativos, dispositivos intrauterinos y realizar educación sexual en las escuelas para evitar el embarazo adolescente.
Martínez indicó que no se puede disponer de la vida del otro a voluntad y que cortar ese proceso natural por medio del aborto equivale a destruir una vida cuyo desarrollo es autónomo, continuo y progresivo. «Su destrucción voluntaria constituye un crimen, y la ley lo considera un delito», subrayó. «Los católicos y los cristianos no tenemos que votar a los legisladores que propician el aborto».
Por otra parte, consideró «grave» que un ministro de Salud diga que hay que despenalizar el aborto, «puesto que se trata de hacer apología del delito y decir esto no se trata de un delito, es terrible».
Respecto del CEDAU (sigla en inglés del Comité de Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer) manifestó que «estamos de acuerdo en no discriminar a la mujer y en valorar su dignidad, pero no con ese Protocolo que pide que se garantice el acceso a los servicios de aborto en los hospitales públicos».
Por último, Martínez expresó que «tenemos que decir la verdad, y esta es la verdad», y añadió que Kirchner recomienda el voto del protocolo en el Senado de la Nación.
«Esta situación abre las puertas a que cualquier persona reclame vía judicial y como hay miembros de la Corte Suprema que se declararon a favor del aborto, pueden expedirse a favor del aborto», enfatizó el obispo.
La ley que no salió
Misiones estuvo a punyo de tener una ley de Salud Reproductiva hace dos años, pero fue rechazada por la Iglesia que literalmente mandó al archivo la propuesta, aunque otras iglesias están de acuerdo.
El proyecto que no salió pretende favorecer el desarrollo integral de las personas, garantizando el ejercicio de manera libre, responsable e informada de los derechos sexuales, considerados como derechos universales, basados en la libertad e igualdad para todos los seres humanos. Lo que más incomoda a la Iglesia es que la ley promueve la planificación familiar voluntaria, la educación sexual, el ejercicio de la sexualidad plena, y enseñar derechos sexuales en las escuelas. La Iglesia cuestiona también un supuesto control de la natalidad como mecanismo para frenar la pobreza y que los servicios médicos sean prestados a menores y/o incapaces no sin la presencia obligatoria de los padres.
El aborto: una práctica real aunque se la quiera ocultar
