La secretaria de Trabajo admitió que se trata de «un grave problema» y que existen complicaciones porque hay casos que son «muy difíciles de contabilizar». La secretaria de Trabajo, Noemí Rial, adjudicó hoy a una «cuestión estacional» el crecimiento del empleo en negro en el país. Sin embargo, admitió complicaciones en el control desde el Estado porque hay casos que son muy difíciles de contabilizar».
Rial remarcó que «el trabajo en negro es una cuestión muy grave, pero su crecimiento es una cuestión de carácter estacional» y que desde la cartera laboral se está «luchando contra una costumbre muy arraigada». «El cuarto trimestre registra mucho trabajo estacionario y es donde se produce el mayor de trabajo no registrado», fundamentó.
En este sentido, la funcionaria reconoció que «los índices (de trabajo en negro) son muy altos», pero insistió con que «acá gravita el trabajo doméstico y el rural, que es muy difícil de contabilizar».
La titular de la secretaría laboral admitió que existe «una costumbre muy arraigada de evasión» entre los empresarios y que «fundamentalmente en la franja de las pequeñas y medianas empresas hay una cantidad muy grande de trabajo no registrado».
Rial también explicó que «otra cuestión que incide» en el resultado del análisis «es tomar en cuenta a los beneficiarios de los planes jefes y jefas de hogar como trabajadores en relación de dependencia por el trabajo social que cumplen como prestación».
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió un relevamiento sobre trabajo en negro que arrojó en el cuarto trimestre del año pasado una suba del 47,7 al 48,9 con respecto a los tres meses anteriores. Esto quiere decir que en un año en que la economía del país creció el 9%, 4.930.000 empleados u obreros trabajan sin derechos laborales.
Las actividades con mayor proporción de trabajo no registrado son el servicio doméstico, el agro y la construcción. Solamente en esos tres sectores hay unos 2,5 millones de trabajadores no registrados.
Las provincias del Noreste, con el 55,9%, tienen los mayores índices de empleo no registrado. Y allí se destacan algunas ciudades como Tucumán y Tafí Viejo donde el empleo «en negro» trepa al 60,2%. En tanto, el menor índice está en la Patagonia: 32%. (Clarín).
