Dura respuesta del Vaticano a la remoción del obispo Baseotto

El vocero oficial de la Santa Sede, Navarro Valls, advirtió que impedir su labor es «una violación de la libertad religiosa». Kirchner le anuló el cargo al obispo castrense y le quitó el sueldo de subsecretario de Estado.
El Vaticano reaccionó con mucha dureza frente a la decisión del presidente Néstor Kirchner de anular la designación del obispo castrense Antonio Baseotto y de quitarle el sueldo de subsecretario de Estado. El portavoz de la santa sede, Joaquín Navarro Valls, dijo que impedirle ejercer su ministerio pastoral es «una violación de la libertad religiosa».

Navarro hizo estas declaraciones después de que el Gobierno argentino anunciara ayer el relevo de Baseotto a raíz de unas declaraciones en las que sugirió «tirar al mar» al ministro de Salúd, Ginés González García, por su postura en favor de la despenalización del aborto.

Si bien Navarro Valls dijo que el Vaticano «continúa a la espera de una comunicación oficial de parte de Argentina al Pontífice», ya que el obispo castrense fue nombrado por el Papa, la Cancillería argentina salió a aclarar que el lunes próximo el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Rafael Bielsa, elevará oficialmente a la Santa Sede la decisión del Gobierno nacional de remover de su cargo a Baseotto.

En tanto, el portavoz del Vaticano explicó que «si se impide ejercer el ministerio pastoral a un obispo legítimamente nombrado por la Santa Sede según las normas del derecho canónico y los acuerdos vigentes, nos encontraríamos frente a una violación de la libertad religiosa, así como de estos acuerdos».

El conflicto entre el Gobierno argentino y el vicario castrense comenzó hace unas semanas, cuando Baseotto aseguró, mediante una cita bíblica, que «los que escandalizan a los pequeños merecen que les cuelguen una piedra de molino al cuello y los tiren al mar».

El obispo cuestionaba así una campaña oficial que incluye el reparto gratuito de preservativos entre los jóvenes y la opinión favorable a la despenalización del aborto de Ginés González García, a quien acusó de cometer «apología del delito de homicidio».

Esa frase cayó muy mal por su evidente relación con los vuelos de la muerte durante la dictadura, en los cuales se arrojaba a los secuestrados-desaparecidos al mar.

A raíz de las declaraciones de Baseotto, el Ejecutivo pidió al Vaticano la inmediata remoción del prelado militar, que en una carta posterior aclaró que no quiso alentar «un acto de violencia» ni ofender al ministro, además de expresar su pesar por la «confusión y malestar» que causaron sus comentarios.

La Santa Sede, sin embargo, denegó esta petición y ratificó en su cargo al obispo castrense . Ayer, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, anunció que Kirchner había firmado el decreto que deja sin efecto el acuerdo por el cual Baseotto fue designado vicario castrense en 2002, e indicó que la Iglesia Católica deberá proponer otro nombre para ocupar su lugar. (Clarín).

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