Crimen en el Paraná: el principal sospechoso tenía doble identidad

Lo detuvieron como Hugo Jara, pero en realidad es Luis Menocchio, un prófugo buscado por un doble asesinato en Paraguay. Ahora está preso por el crimen de Claudio Nozzi, quien apareció flotando en el Paraná.
La Justicia correntina pudo confirmar ayer que Hugo Jara, el supuesto secretario del asesinado productor cinematográfico Claudio Javier Nozzi —y principal sospechoso del crimen— es en realidad Luis Raúl Menocchio. Con esta identidad, la Policía paraguaya lo busca desde agosto de 2004 por un doble homicidio, el de un empresario argentino y su novia.

Menocchio, conocido en Misiones y en Paraguay con el apodo de El Gusano, se habría realizado algunas cirugías en el rostro y también se sometió en México a un proceso mediante el cual casi se borró las huellas digitales, una maniobra que es muy utilizada por los capos del narcotráfico colombiano. Así eludió durante meses su captura por el doble crimen de 2004 y pudo inventarse la identidad de Hugo Jara.

Ahora es señalado como el principal sospechoso del crimen de Nozzi. El cuerpo del productor, atado con cadenas y candados, fue encontrado flotando en aguas del Paraná el jueves de la semana pasada. Los elementos utilizados para tirar el cuerpo al río, se confirmó ayer, fueron comprados por Menocchio en una ferretería de Corrientes un día antes del crimen.

Ayer también se comenzó a dudar de la identidad de la mujer detenida junto a Menocchio y a un tercer hombre, Luis Alberto Ramírez: Silvia Graciela Heredia. Quienes conocen a Menocchio aseguran que Heredia podría ser en realidad Karina Riveros, la novia con la que éste huyó del Paraguay luego de ocurrido el homicidio del empresario Eduardo Maciel y su pareja, Graciela Méndez. Ambos aparecieron dentro de tambores, en un arroyo.

Nozzi era amigo y socio de Menocchio y había realizado negocios con Maciel, dueño en Asunción del Paraguay del bar «Puerto Madero». «El Gusano», que siempre apareció sospechado por estafas y maniobras de lavado de dinero, abandonó Paraguay después del doble crimen. Viajó a Centroamérica y terminó en México, donde se realizó las cirugías. Desde allí volvió a la Argentina como Hugo Jara, se instaló a vivir con Nozzi (él dijo ser su «secretario») y supuestamente lo habría conectado con negocios sucios como el lavado de dinero.

El 24 de febrero compraron en Buenos Aires un yate, el Trasulag II, por el que se asegura se pagaron 300.000 dólares. La embarcación, bajo el mando de un capitán contratado para la ocasión, Vicente Astorga, un práctico de apellido Martínez y el detenido Luis Alberto Ramírez partió el 28 de febrero hacia Corrientes.

Nozzi y Menocchio fueron por tierra en un Chrysler Caravan. Llegaron a Corrientes el 3 de marzo. Se hospedaron con Ramírez en el Hotel de Turismo, diciendo que buscaban un lugar para filmar una película.

El día 4 el yate fue anclado en la zona de Rezpecki por Astorga, quien lo dejó allí y volvió a Corrientes. El lunes 7 Nozzi, Menocchio y Ramírez abandonaron el hotel pagando con tarjeta.

El productor viajó por tierra a Encarnación (Paraguay), donde se reunió con un grupo de personas en el hotel Novo, en que el incluso llegó a registrarse. Menocchio y Ramírez, el primero después de pasar por una ferretería, fueron al yate, anclado en una zona de islas.

El jueves 10 a la tarde, pocas horas después de que su esposa realizara una denuncia por desaparición de persona, Nozzi fue hallado muerto de cinco balazos, envuelto en las cadenas que supuestamente compró Menocchio. Estaba en el río, a unos 3 kilómetros de donde estaba anclado el Trasulag II.

En el barco, Menocchio, Ramírez y Silvia Heredia seguían haciendo una vida normal. Al anochecer el jueves, recibieron la noticia de la muerte de Nozzi de parte de dos policías federales. Ninguno de los tres se mostró compungido.

Después, ya ante la Justicia, Menocchio aseguró que Nozzi preparaba el ingreso de 10 millones de dólares a la Argentina para «lavarlos» aquí.

Ayer, en base a documentos, fotos y huellas dactilares enviadas desde el Paraguay se pudo terminar de comprobar la identidad de Menocchio y su pedido de captura internacional por el doble crimen. La Justicia paraguaya anticipó su interés por conseguir su extradición.

El fiscal paraguayo José Luis Silva aseguró no obstante que duda que Menocchio pueda ser extraditado al Paraguay por la gravedad del delito que se le imputa aquí. Las dudas giran ahora en torno a cómo Menocchio logró meterse en la vida de los dos empresarios que terminaron asesinados. Maciel y Nozzi, al igual que «El Gusano», estuvieron ligados al negocio de la TV por cable, y fueron socios en transacciones con jugosas ganancias. (Clarín).

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